En una reciente emisión del programa El Medio Día, el comunicador Daniel Fuenzalida sorprendió al revelar el motivo íntimo que lo ha llevado a rechazar múltiples veces una invitación a participar en el exitoso espacio culinario La Divina Comida, emitido por Chilevisión.

A pesar de que la producción lo ha contactado en al menos siete ocasiones, el conductor ha decidido mantenerse al margen del formato. El motivo, según relató, tiene origen en una experiencia negativa de su infancia que aún hoy lo afecta.

El recuerdo de un episodio que marcó su relación con la comida

Durante la conversación, Fuenzalida detalló el origen de su rechazo hacia los espacios relacionados con la alimentación. “Lo pasé mal cuando chico con la comida, yo tengo un tema con la comida, tengo un trauma. Esto yo lo he hablado en el podcast, soy pero muy mañoso. Porque a mí me dejaban con el plato servido frío durante toda la tarde. Yo me acuerdo que iba a la casa de mi tía y mi hermano con mi prima se levantaban a jugar y yo quedaba con ese plato servido y helado, y yo no comía. Iba viendo cómo el plato se iba enfriando, iba quedando feo, de aspecto y yo no me podía parar de esa mesa y eso me provocó un rechazo hasta el día de hoy”, relató.

Este recuerdo infantil, según explicó, ha generado un conflicto emocional que persiste hasta la actualidad y que se ha manifestado de distintas formas en su vida adulta.

Rechazos reiterados a participar en televisión

El exanimador de TVN reconoció que este trauma influye directamente en su decisión de evitar situaciones que impliquen comer en público, especialmente en programas como La Divina Comida. “Yo soy muy mañoso para comer, de hecho, a la Divina Comida me han invitado 7 veces, a todas he dicho que no porque soy mañoso, no me gusta ir. Si alguien me invita a su casa, yo lo dudo. Si me invitas que sea un café, que me invites a un horario que no sea de comida, porque de verdad que tengo un tema heavy con la comida”, confesó el también locutor.

El programa, que ha contado con diversas figuras del espectáculo y la política, busca mostrar el lado más íntimo de sus invitados a través de la cocina, lo que para Fuenzalida representa una barrera emocional difícil de superar.

Repercusiones en su vida social y profesional

El comunicador también compartió que esta dificultad ha generado momentos incómodos en su entorno laboral y personal. “Por ejemplo yo no como mantequilla, nada que tenga mantequilla, todo lo que tiene me produce un rechazo. A mí estas cuestiones me han traído problemas cuando grande, por ejemplo me junté con unos ejecutivos y me invitaron a su casa, la pasé mal. Pensé que si me sirven algo para comer y no me gusta, voy a quedar mal. Que voy a quedar de maleducado. Traté de modificar esa reunión para que fuera un café fuera de la casa porque me provocaba mucho nervio. Puedo provocar rechazo por una cuestión que arrastro desde niño… no me he terapeado esa parte”, expresó abiertamente.

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Fuenzalida aprovechó el espacio para reflexionar sobre la importancia de sanar heridas del pasado, reconociendo que este aspecto aún no ha sido abordado de manera terapéutica.