Kathy Orellana volvió a aparecer en televisión, esta vez en un reportaje emitido por Primer Plano, donde mostró el drástico giro que ha dado su vida. La ex participante de Rojo recibió al equipo de CHV en su departamento en Rancagua, donde actualmente reside con su hijo Facundo, con quien ha reconstruido su vínculo tras años marcados por la adicción y las polémicas.

De las detenciones al proceso de sanación

Caídas marcadas por el alcohol y las drogas

Durante la conversación, la cantante se refirió abiertamente a su pasado, incluyendo los incidentes con Carabineros y uno de los episodios más complejos que vivió en febrero de 2020.
“Fue una pelea que yo tuve con mi exmarido, en consumo de alcohol y drogas y se fue de las manos”, recordó.
Con sinceridad, añadió:
“Hay cosas que no me acuerdo, más de la mitad de mi alcoholismo que no me acuerdo”.

Reconoció que en ese entonces, su entorno tampoco ayudaba a salir adelante.
“Cuando uno está en adicción, y la gente que te rodea también, es imposible poder salir o tener un momento de lucidez para hacer las cosas un poquito bien”, explicó.

El día que tocó fondo y buscó ayuda

La fe como refugio

En el mismo espacio televisivo, Kathy compartió el momento exacto que marcó un antes y un después en su vida. Se encontraba sola, sin la custodia de su hijo y sumida en la desesperación, cuando decidió entregarse a su fe.

“Me acuerdo que estaba alcoholizada. Tiritaba y tenía una caja de vino y recuerdo que me arrodillé al ‘Señor’ y le dije ‘ya no puedo más'”, relató.

A partir de ese momento, comenzó a comprender que su lucha no era solo contra el alcohol, sino contra el abandono personal.

“Cuando me quedé completamente sola, ahí entendí de que nunca se trató de mi alcoholismo (…) pude entender que siempre se trató de mi relación con Dios y el abandono que tenía conmigo misma”, dijo.

El reencuentro con su hijo y el respaldo de su madre

Reconstruyendo vínculos familiares

El reportaje también incluyó el testimonio de Clara Inés, madre de Kathy, quien fue clave en el proceso de recuperación y decidió devolverle la custodia de su hijo tras notar un cambio real.

“La Kathy cambió en un 20%. Harto me hizo rabiar, pero ahora ella cambió. Incluso le entregué al niño”, expresó emocionada. Además, aseguró que hoy Kathy es una “mamá ejemplar”.

Un presente diferente: sobriedad y emprendimiento

Influencer y creadora de contenido

Hoy, con 42 años, Kathy Orellana asegura estar en una etapa completamente distinta. Sin consumo de alcohol, dedicada a su hijo y además iniciando un nuevo camino laboral como influencer y modelo erótica en la plataforma para adultos Arsmate.

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“Es un negocio súper bueno. Creo que a cualquier mujer le gustaría hacerlo”, comentó, refiriéndose a su trabajo como creadora de contenido. Finalmente, aseguró con firmeza: “Estoy en uno de mis mejores momentos como mujer”.