“Ay, señor. Yo ya no tengo lágrimas ni palabras”: Kike Morandé conmociona al Negro Piñera con estremecedora confesión sobre el accidente en Lago Ranco

“Cuando vieron que el helicóptero cayó, pescaron los salvavidas y una lancha, y salieron rajados al lugar donde estaba Ignacio, Bautista y la Pichita”, indicó Kike Morandé.

Kike Morandé estaba a 20 minutos de donde murió el ex presidente

Kike Morandé reveló que estaba cercado del Lago Ranco el día en que murió el ex Presidente Sebastián Piñera. “Ese día me llama un amigo mío y me dice ‘Kike, en este minuto se acaba de caer el helicóptero de Piñera’. Pesqué el auto y estuve en 20 minutos ahí”, dijo el animador en una charla con Miguel “Negro” Piñera.

“Llegué con los larga vista y las mismas personas que estaban donde yo llegué, cuando vieron que el helicóptero cayó, pescaron los salvavidas y una lancha, y salieron rajados al lugar donde estaba Ignacio, Bautista y la Pichita”, indicó Kike en su programa de YouTube.

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“Las tres personas que iban en el helicóptero que salvaron con vida, una de ellas era mi hermana Magdalena”, complementó.

Kike recordó que “les pregunto yo y Sebastián no estaba. Y Magdalena dice, ‘mira Kike, providencialmente llegamos’, porque esa señora no podía más. Los cabros jóvenes son vivos; le pusieron el chaleco, la hicieron flotar”.

Relato de Kike

Negro Piñera: Estuviste ahí, en el momento.

Kike Morandé: Sí, muy fuerte.

Negro Piñera: Qué emocionante.

Kike Morandé: Me llamaron unos amigos y me dijeron ‘oye, Kike, qué hay de cierto’. Yo les dije ‘miren, no puedo certificar, pero si se cayó hace 25 minutos y no asoma, qué querís que te diga, yo no firmo nada, pero esto fue lo que pasó’. Qué horror.

Negro Piñera: Ay, señor. Yo ya no tengo lágrimas ni palabras.

Kike Morandé: Los hermanos se sienten, con todos los hermanos uno tiene un cuento.

Negro Piñera: Cualquier accidente de un hermano, hijo o padre y que se muera es un dolor que uno no puede superar.

Finalmente, Kike optó por cambiar de tema.

“Ya no podía más, me tenís el pecho apretado, poh, perrito. Ya no hay palabras ni lágrimas para expresar el dolor que tengo”, insistió Piñera.