La pregunta que muchos se hacen: ¿Por qué el tomate ya no sabe como antes?
El tomate tradicional está siendo impulsado por asociaciones de productores y cooperativas, quienes están interesados en darle al mercado productos de calidad organoléptica excepcional.
Desde la llegada de los primero tomates a España en el siglo XVI, la adaptación a las diversas condiciones agroclimáticas ha permitido ampliar su variedad, permitiéndole a cada uno características únicas. El proceso realizado por los agricultores ha creado un patrimonio etnobotánico altamente valorado, destacando en ello carnosidad, pequeña cantidad de lóculos y especialmente, un sabor apreciado por los consumidores.
Amenaza de los híbridos
Desde la década de 1960, la agricultura intensiva y la introducción de las variedades híbridas F1, empezó a desplazar a las variedades tradicionales de las que ya se disfrutaban para ese entonces. Dada la uniformidad en su morfología, estos consiguieron ser valorados en el mercado rápidamente.
Pero, los consumidores han podido notar su falta de sabor y textura, siendo más evidente cuando lo comparan con cosechas de zonas rurales o de quienes continúan cultivando este tipo.
Riqueza nutricional
Actualmente, existe un interés por recuperar las variedades tradicionales y jugosas de tomate, las cuales son ricas en compuestos químicos como azúcares, antioxidantes, licopeno o β-caroteno, los cuales logran aportar beneficios nutricionales y organolépticos, beneficiando al mismo tiempo su sabor, consiguiendo que sea más solicitado.
La calidad de lo tradicional
El producto tradicional está siendo impulsado por asociaciones de productores y cooperativas, quienes están interesados en darle al mercado productos de calidad organoléptica excepcional.
La variedad tradicional Mutxamel es reconocida por su fruto acostillado, así como el Valenciano, con su apuntamiento o el Rosa de Barbastro, destacando con un rosado único, son algunos de los ejemplos de la calidad y características que destacan en el mercado tradicional del tomate.
No se puede olvidar su elevado contenido en vitaminas o sustancias antioxidantes que benefician a la salud. En medida general, las variedades locales generan un valor añadido al mercado de este material vegetal.
