Este lunes, en un nuevo episodio de “Al Piano con Lucho”, estará el destacado actor Jaime Vadell, quien a sus 88 años compartirá su particular visión de la vida y explicará por qué decidió no volver a las teleseries.

En un adelanto exclusivo para Página 7, Luis Jara le preguntó a Vadell cómo reaccionó su padre cuando decidió estudiar Teatro.

“No me acuerdo exactamente, y tal vez no se podría repetir en público. Le molestó, sí. Me dijo ‘ah, un hijo cómico’, porque esa era la palabra despreciativa para el actor… Después estaba feliz y me juntaba los recortes. Es la única persona que me ha juntado recortes”, relató Vadell.

En esa línea, el presentador quiso saber si al protagonista de “El Conde” le hubiera gustado dedicarse a otra cosa, a lo que él respondió: “No conozco mucho, empecé con esto saliendo del colegio. Entonces sí, he hecho esto toda la vida”.

Jaime también admitió que no conoce mucho a los nuevos actores: “Por lo menos a mí me pasa, no sé si sea vanidad… igual me van a decir que es un defecto grave, pero pasa como en el colegio. Tú conoces a los estudiantes de los cursos superiores, pero a los de los inferiores no les das ni bola”.

La vigencia de Jaime Vadell incluso fuera de las teleseries

Lucho quiso saber cómo ha logrado mantenerse vigente durante tanto tiempo, a lo que el actor aseguró que “no es vigencia, es seguir trabajando. No solo por la plata, pero no me veo sin trabajar. Me aburro”.

Cabe recordar que, recientemente, Vadell ha recibido varios reconocimientos por su interpretación ficticia de Pinochet como vampiro en la película de Pablo Larraín, que incluso fue nominada al Oscar a Mejor Fotografía.

Además, sus últimos trabajos en teatro han sido muy exitosos, con varias temporadas de “Viejos de mierda” y también como protagonista de la obra “No me deje hablando solo”.

No obstante, respecto a la posibilidad de regresar a las teleseries, Jaime Vadell fue claro.

“En lo posible no quiero hacer. Yo creo que hice un millón de teleseries y estoy hasta aquí de teleseries. Estay ocho meses prisionero de una estupidez (sic)”, concluyó.