“Entre los dos (con María Luisa Godoy) tuvimos que hacer un trabajo para poder dar con el tono del Festival, sabiendo que estábamos de duelo con todas las personas que han fallecido y eso fue muy complejo de manejar. Eso puede jugar un poco en contra del nervio”.

Así, Pancho Saavedra expuso su perspectiva sobre su debut como presentador en el Festival de Viña del Mar. El sábado, justo antes de la clausura del certamen, el comunicador compartió sus impresiones en T13.

“A título personal, yo me voy muy feliz. Me pudo haber atormentado la crítica en redes sociales, algún reportaje, pero las críticas son eso. Uno tiene que tomarlas y quedarse con lo bueno”, declaró.

Posteriormente, describió un episodio que elevó su moral en un instante difícil: “Yo un día me sentía muy mal por la gaviota con Anitta, así que salí a la calle y me pasó que me rodeé de amor, cariño y aplausos. De gente diciéndome ‘lo estás haciendo bien’ y pensé en mis otros colegas que han estado ahí. En Martín (Cárcamo), Sergio (Lagos), en Felipe Camiroaga… cómo los criticaron las primeras veces que ellos estuvieron ahí, entonces uno ahí dice: ‘sí, parece que este este es el juego de Viña’. Es como encontrar el pajarito nuevo, porque de él hay que hablar”.

Para concluir, Pancho expresó: “estoy demasiado contento. Si hay otro Festival, pues lo quiero hacer. Y si hay algo que me gustaría decirle a los jóvenes, es que nadie se atreva a cortarles las alas de sus sueños, que nadie les diga que ustedes no pueden. Yo voy a seguir siempre mi camino, tengo convicción, creo en mí y con eso me quedo”.

¿Qué sucede con la alegría?

Finalmente, se refirió a las críticas sobre su seriedad en la Quinta Vergara.

“Hay una rigidez que tiene que ver con los libretos, los guiones son muy formales. Algunas personas decían que me riera, pero no me iba a andar riendo solo, iban a decir ‘este gallo está loco’, y uno tiene que adaptarse a audiencias que quizás no te conocen y van a ver un conductor como están acostumbrados, de una forma mucho más formal”, explicó.