Esta tarde, en las redes sociales, Angélica Sepúlveda difundió un llamativo y extenso mensaje, en el cual afirma que Canal 13 le adeuda dinero, a raíz de su polémica salida del reality Tierra Brava, después de haber tenido un conflicto con Fran Undurraga.

El altercado, de hecho, se emitió esta semana, aunque sucedió en noviembre, cuando fue filmado. Ahora, la conocida como la Fierecilla de Yungay ha revelado nuevos y posiblemente más complicados problemas sobre el programa en el que participó.

Por tanto, usó su perfil de Instagram para emitir sus nuevas quejas, aunque sí agradeció el apoyo que sus seguidores le brindan a diario.

“Estoy inmensamente agradecida de ustedes por el cariño, palabras nobles, gestos tiernos y apoyo que me han enviado estos días”, inicia el extenso texto de Angélica.

“Sé que muchos han denunciado en el CNTV lo que les pareció maltrato animal, agresión física, hostigamiento, violencia de género… y es muy importante seguir haciéndolo”, prosiguió.

La ex participante del reality mencionó, “la discusión con aquella mujer (Undurraga) se dio única y exclusivamente por el maltrato animal que hizo”.

“Vi el capítulo de mi salida del programa y quedé sin palabras, primero por la edición y luego por el nivel de mentiras (victimismo y burlas) de la ‘pseudo amante de los animalitos’… ¡Yo defenderé mis dichos hasta que se ofrezcan las disculpas!”, declaró.

“Para ellos, no fue agresión”

“Muchos no entendieron mi sobrerreacción. Y es verdad, me exalté mucho porque no podía entender que para alguien fuera más importante ir a tomar sol (porque ahí estaban las cámaras) antes de ocuparse de la única tarea que debía hacer: limpiar y dar comida a unos animalitos que dependían de ella”, expresó Sepúlveda.

Además, añadió que para ella, el reality Tierra “dejó de existir el día que comunicó, el mismo productor que me contactó para entrar, que no me reingresarían. Hoy velo porque me paguen lo que me adeudan lo antes posible y no tener que esperar hasta que den el último capítulo”.

“Para ellos, lo que hizo Francisca no fue agresión ni menos algo violento contra mí, solo una falta. Así me lo hicieron saber. Y los altercados con hostigamiento y discriminación de los hombres tampoco (…) y no reconocieron el maltrato animal, por eso di un paso al costado. Yo firmé un contrato donde el cuidado de los animalitos era primordia”, detalló.

“Gracias, estoy en absoluta paz y rodeada de amor. No tengo miedo a hablar, porque todo se sustenta en la verdad, un arma que muchos intentas maquillar, pero siempre sale a la luz. Abrazos y mucho amor para todos”, concluyó.