“No lo lapidemos”: La defensa de Kenita Larraín a Miguelito tras fuertes acusaciones
María Eugenia Larraín destacó que llamar ‘viejo’ a un hombre a los 37 años también es ofensivo.
En el show de TV+, «Sígueme», los expertos discutieron sobre Hans Malpartida, alias «Miguelito», y su comportamiento en el programa Tierra Brava.
Cuando Botota Fox llamó a Miguelito «viejo degenerado», Kenita Larraín intervino para afirmar la existencia de «responsabilidades compartidas».
«Considero que hay múltiples aspectos aquí. En primer lugar, nos afecta más cuando a una mujer la llaman vieja, algo que sucedió en el reality. Sin embargo, tampoco creo que a los 37 años, un hombre sea viejo. Aunque sí es una forma de cambiar su imagen infantil, igualmente resulta ofensivo. Eso es un aspecto», declaró María Eugenia Larraín.
«En segundo lugar, sí, todos esperaban que él actuara como un niño, pero aquí también veo responsabilidades compartidas», reiteró Kenita Larraín.
Añadió que «si en una relación dices que hay distancia, y de repente Miguelito besa a Fran Undurraga, piensas: ‘Ella nunca insinuó ni tuvo culpa en ningún momento’, lo que él hizo está muy mal, pues la está agrediendo».
Existen responsabilidades compartidas
«Por otro lado, hay escenas donde, aunque no hay un culpable claro, existen responsabilidades. Vi imágenes donde ella pide a Miguelito que le aplique bronceador, y eso también, en cierto modo, da pie a que él se haga ilusiones, así que ahí también hay responsabilidades compartidas», analizó la comentarista de «Sígueme».
«No obstante, no justifico su actitud, solo digo que también hay cierto grado de responsabilidad. Sería diferente si yo hubiera mantenido una relación distante con él y aun así él se excediera», afirmó Kenita Larraín.
«Lo que digo es que culpar totalmente a Miguelito no es justo. Su experiencia en el reality también ha sido educativa para él, y seguramente le hará replantearse su vida personal y profesional. Pero no debemos ser extremadamente críticos, ya que esto también debe ser un aprendizaje para él», concluyó María Eugenia Larraín.