Don Francisco, figura prominente de la televisión, mantiene una activa presencia en Instagram. En su perfil, comparte aspectos de su vida personal y profesional mediante fotos y videos.

Recientemente, el famoso presentador de la Teletón dejó a sus seguidores asombrados al publicar una fotografía antigua. «Cuánta juventud en esta foto. Y pensar que este mes cumplo mis 83 años. Solo puedo decir: ¡Gracias y seguimos!», publicó en su perfil de Instagram.

Como respuesta, sus admiradores colmaron a Mario Kreutzberger de halagos con comentarios como: «Don Francisco usted es parte de mi infancia feliz, era niña cuando iba a Sábado Gigante con mis queridos padres en una tele en blanco y negro», «Se extraña demasiado el programa. Ya no hay nada de calidad en la televisión», «El mejor animador de Chile de todos los tiempos. ¡Ídolo!», entre otros.

El problema de Don Francisco

Hace poco, el conductor relató en Instagram un difícil episodio en Estados Unidos. Desde Miami, su residencia, viajó a Texas, olvidando sus pastillas para dormir, lo que generó un gran malestar.

«No sé si por la preocupación que se sumó al enojo que me produjo el olvido y la falta del inductor del sueño, estuve despierto desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana. En mis largos 83 años de vida jamás me había ocurrido algo así. Es la peor sensación y la mayor angustia que he soportado en una noche», confesó Don Francisco en su cuenta.

Al día siguiente, contactó a su médico solicitando una receta para obtener su medicamento, pero este no pudo ayudarle por restricciones legales fuera del Estado de Florida.

Entonces, se le ocurrió solicitar que la receta se enviara a una farmacia en Miami y luego se la entregaran en Texas, a lo que el médico accedió.

Sin embargo, en la farmacia recibió una mala noticia: «Los medicamentos con receta retenida no se pueden mandar de un Estado a otro», le informó la farmacéutica.

“Por favor, necesito su ayuda…”

Desesperado, Don Francisco pidió ayuda: «Señorita, entonces qué puedo hacer. Por favor, ayúdeme. Solo necesito dos tabletas inductoras del sueño porque llevo 24 horas sin dormir y estoy agotado», pero ella respondió: «Aquí no podemos hacer nada por usted».

Después de otro intento de su médico para convencer a la vendedora, la situación parecía sin solución. No obstante, el doctor encontró una alternativa y la farmacéutica le vendió un medicamento sustituto que finalmente le ayudó a dormir.

«Comprenderán que dormí como un rey poco más de 10 horas y casi como contradicción a todo lo ocurrido, ahora lo difícil fue despertarme», admitió Don Francisco.