Paula Pavic, exesposa del tenista retirado Marcelo “Chino” Ríos, ha compartido abiertamente sobre las dificultades financieras que enfrenta desde su separación. En una reciente transmisión en Instagram, Paula detalló su situación económica y narró las circunstancias de su ruptura con el exatleta.

Paula Pavic: Su Camino al Emprendimiento y los Retos en su Matrimonio

Durante el inicio de la transmisión, Paula admitió: “Hace 4 años comencé a incursionar en el mundo del emprendimiento, porque soy una persona que no puede estar quieta. Me gusta hacer cosas”.

Paula encontró un empleo en una compañía de marketing online, que prometía ser una buena fuente de ingresos. Sin embargo, los requerimientos de asistir a eventos frecuentes, que duraban varios días, causaron conflictos con Marcelo, como lo explicó Pavic.

“Eran tres días, un fin de semana. Se empezó a generar una fricción, porque antes estaba 100% en función de mi matrimonio, mis hijos, mi casa. En esos eventos había otros hombres, eso generaba una inseguridad (…) De no salir ni a la esquina sola, ahora ‘anda huev…’ por todos lados. El problema siempre era ‘vas a puro huev…'”, recordó Pavic.

Pavic reconoció que, aunque con Marcelo no tenía preocupaciones económicas, eso no era lo que realmente quería. “Para mí todo estaba siendo fácil, vivía en una casa espectacular, tenía a personas haciendo aseo, cuidando a los niños, pero eso no lo había generado”, manifestó.

Enfrentando Desafíos Financieros y Manipulación Post-Separación

Tras la separación, Marcelo dejó de financiar su estilo de vida, limitándose a cubrir únicamente los gastos esenciales del hogar. “Siento que necesitaba pasar por esta situación, porque a lo mejor era lo que me faltaba para ayudar o aconsejar a mujeres que están pasando por una situación similar”, señaló Paula.

Recientemente, Marcelo ha empezado a poner condiciones para estos pagos. “El mes pasado me dijo que si no le daba un detalle de todos los gastos, no me iba a pasar la plata”, reveló Paula. “Le hice un detalle a grandes rasgos de lo que se pagó, y me dijo que no, que quería más detallado. Ahí me di cuenta de que no iba a caer en esa manipulación de ‘voy a hacer lo que quieras, porque necesito tu plata para pagar las tarjetas'”, afirmó.

Por ahora, Paula subsiste con tarjetas de crédito, pero desconoce hasta cuándo podrá mantener esta situación. “No sé lo que va a pasar con mi crédito en Estados Unidos. Tuve que pedir que me prestaran para poder pagar”, concluyó.

 

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