La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el uso de edulcorantes artificiales para controlar el peso o disminuir el riesgo de enfermedades crónicas.

Esta recomendación surge tras una revisión que sugiere que estos productos no contribuyen de manera efectiva a la reducción de grasa corporal en adultos y niños a largo plazo, y pueden estar asociados con efectos adversos, como un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y una mayor mortalidad en adultos.

¿Por qué la OMS no aconseja usar edulcorantes artificiales?

La OMS advierte contra el uso de edulcorantes como aspartame, sucralosa, stevia y eritritol para la pérdida de peso o la prevención de enfermedades crónicas.

Esta directiva se fundamenta en estudios que muestran la falta de beneficios significativos en la reducción de grasa corporal a largo plazo en adultos y niños que consumen edulcorantes.

Además, la OMS ha encontrado que el consumo de estos productos puede estar relacionado con patrones alimentarios poco saludables, sugiriendo que es mejor realizar cambios en la dieta y aumentar la actividad física, en lugar de depender de edulcorantes para controlar el peso o prevenir enfermedades.

¿Cuáles son los riesgos para la salud asociados con los edulcorantes?

Los edulcorantes no solo parecen ser ineficaces para la gestión del peso, sino que también pueden tener efectos perjudiciales para la salud. La organización internacional ha identificado varios riesgos asociados con su consumo, entre ellos:

Desarrollo de diabetes tipo 2: Los edulcorantes pueden alterar el metabolismo y la regulación de la glucosa, lo que incrementa el riesgo de diabetes tipo 2.
Enfermedades cardiovasculares: El uso de edulcorantes está vinculado a un mayor riesgo de problemas cardíacos.
Aumento de la mortalidad en adultos: Investigaciones han demostrado que quienes consumen edulcorantes de forma regular tienen un mayor riesgo de mortalidad por diversas causas.

Riesgo de coagulación sanguínea: Un estudio del Instituto de Investigación Lerner de la Clínica Cleveland descubrió que el consumo de bebidas con eritritol, un edulcorante artificial, duplicó el riesgo de coagulación sanguínea en 10 personas sanas.