A casi 11 meses de la desaparición de María Ercira Contreras, una mujer de 86 años que se perdió el 12 de mayo en un restaurante de Limache, región de Valparaíso, su nieta Carla Hernández compartió nuevos datos que podrían ser cruciales para esclarecer el misterio.

La mujer desapareció en el fundo Las Tórtolas mientras disfrutaba de un almuerzo familiar por el Día de la Madre, pero hasta el momento, no se han hallado pistas importantes que conduzcan a su paradero. Sin embargo, el reciente testimonio de Carla ha arrojado información que podría cambiar el rumbo de la investigación.

Videos eliminados en el fundo Las Tórtolas

En una entrevista con La Cuarta, Carla Hernández reveló que hace aproximadamente un mes se solicitó la incautación del DVR del fundo Las Tórtolas, para que fuera analizado por una unidad especializada de la Policía de Investigaciones (PDI). El objetivo era verificar si las grabaciones habían sido eliminadas o manipuladas, especialmente en cuanto a las fechas de las grabaciones.

Lo que sorprendió a los investigadores es que una gran cantidad de horas de grabación faltaban, lo que despertó sospechas en la familia. “Lo que nos extraña es que solo hay dos horas de grabación, que es básicamente lo que ha aparecido en televisión y no hay ninguna respuesta de la razón por la cual no hay más grabaciones, aun cuando la Fiscalía pidió las grabaciones de todo el 12 de mayo y del día siguiente. Es motivo de investigación y aquí estamos esperando“, comentó Carla Hernández.

Los sospechosos chats del trabajador del fundo

En relación con esta investigación, Carla también compartió un dato inquietante que ya había mencionado anteriormente. En diciembre pasado, mostró un chat que recibió de un supuesto trabajador del fundo Las Tórtolas, quien le confesó que había borrado algunos registros en las cámaras de seguridad del lugar. “No me mandó ninguna prueba de ser trabajador, pero sabía muchas cosas. Todo muy extraño“, señaló Carla en su relato.

Los mensajes del supuesto trabajador indicaban que se encontraba en una situación peligrosa, y que había sido amenazado. Uno de los mensajes decía: “Estamos amenazados de muerte y tú también con tu familia. (Nombre de administradora) contrató dos sicarios venezolanos para que a ustedes los mantengan alejados“. En otro mensaje, el trabajador afirmaba: “Me pidieron deshacerme de las imágenes de cámaras de (día) 12“.

Carla Hernández también relató que, según el mensaje, el trabajador había recibido instrucciones de eliminar las grabaciones sin saber a qué se referían. “Yo quise hablar el mismo día, pero no pude porque los dueños nos llamaron a todos a las nueve de la noche y me pidieron que saque las grabaciones sin saber qué era. Y ahí supe que era de la señora. Después me dijo que si hablaba no sería bueno para mí y mi familia“, añadió.

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Estos nuevos testimonios y pruebas podrían ser claves para avanzar en la investigación sobre la desaparición de María Ercira Contreras, un caso que sigue sin resolverse tras casi un año de incertidumbre.