Una estremecedora historia de abuso infantil ha generado conmoción en la ciudad de Iquique, región de Tarapacá, luego de conocerse el caso de un menor de tan solo 13 años que fue sometido a tratos inhumanos por parte de su madrastra. Según se detalló en la audiencia de formalización, el menor vivió una pesadilla que se extendió por aproximadamente dos años.

Encierro, hambre y maltratos: la rutina impuesta por su madrastra

Los abusos comenzaron en noviembre de 2023 y se mantuvieron hasta el 9 de abril de 2025, tiempo en que la mujer identificada como G.C.E.A, de 51 años, quedó al cuidado del niño, hijo de su expareja. Durante ese periodo, según los antecedentes presentados, la madrastra lo alejó completamente de su entorno social.

En agosto de 2024, decidió retirarlo del colegio y le prohibió cualquier tipo de interacción con otros menores, adolescentes, e incluso con su propio padre. El único motivo por el que el menor podía ingresar a la casa era para realizar labores de limpieza.

Vivía con hambre y sin acceso a lo básico

Además del aislamiento, el niño fue sometido a condiciones inhumanas. La mujer lo alimentaba únicamente con sobras y en ocasiones ni siquiera le daba comida durante días. También se le negaba el uso del baño de la vivienda, obligándolo a dormir en el patio.

Estas formas de violencia, que se catalogan como esclavitud moderna según organismos internacionales, dan cuenta de un escenario de vulneración extrema de derechos.

“Estuve seis días sin comer”: el desgarrador testimonio del menor

Durante la formalización, el menor relató los crueles episodios vividos mientras estuvo al cuidado de su madrastra. Indicó que fue golpeado repetidamente con diversos objetos, como palos y martillos. También señaló que sufrió asfixias con cordones, cortes con cuchillos y quemaduras con una plancha caliente.

“No podía entrar a la casa si no era para trabajar (…) En una oportunidad estuve seis días sin comer y tres sin tomar agua”, afirmó el niño, estremeciendo a los presentes en la audiencia.

Asimismo, describió uno de los episodios de violencia física más duros: “Me pegó con una plancha en la cabeza”.

Una vecina alertó a las autoridades

El horror vivido por el menor comenzó a salir a la luz gracias al testimonio de una vecina, quien notó algo inusual. “Ya como del año pasado, en octubre, una vecina empezó a escuchar llantos en el patio. Nos comentó, vimos las cámaras, llamamos a Carabineros, vinieron varias veces”, expresó la residente, según recogieron medios locales.

Este tipo de situaciones pone en evidencia la importancia de la denuncia ciudadana, tal como recomiendan instituciones como Defensoría de la Niñez y UNICEF.

Medidas judiciales tras la denuncia

Tras la exposición de los hechos y las pruebas presentadas, el tribunal decretó prisión preventiva para la mujer mientras avanza la investigación. La gravedad de los actos cometidos llevó a las autoridades a considerar este caso como uno de los más graves en materia de abuso infantil en la región.

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