“No era alguien preparado para esto”: el drama oculto que habría marcado a Juan Sanhueza antes de su muerte
El experto en seguridad Eduardo Labarca analiza el caso de Juan Sanhueza, el vigía del barco Cobra, y las posibles implicaciones detrás de su muerte.

Eduardo Labarca, ex prefecto de la Policía de Investigaciones (PDI) y experto en temas de seguridad pública y privada, comentó sobre la trágica muerte de Juan Sanhueza, el vigía del barco Cobra, quien se habría quitado la vida recientemente.
La muerte de Juan Sanhueza y la incautación de teléfonos
El pasado viernes, Juan Sanhueza había asistido junto con el resto de la tripulación a una charla psicológica organizada por su empleador, la empresa Blumar. Sin embargo, tras ese encuentro, debía presentarse ante la PDI para declarar, pero nunca llegó a la cita. En el programa Buenos días a todos, Labarca se refirió al caso y explicó que, aunque la noticia es devastadora para la familia, surgen nuevas incógnitas alrededor de su fallecimiento: “Es una mala noticia para la familia, pero aquí se abren otras aristas. El celular de don Juan no está, pero todos los celulares de los tripulantes del Cobra están incautados”.
El experto señaló que la incautación de los teléfonos de los tripulantes es clave, ya que podría haber indicios de que la muerte de Sanhueza fue más que un acto aislado. “Esta ida de juntarse, concertarse, puede tener un carácter de delito. Puede ser que esta persona no haya querido hacer lo que todos iban a hacer. Por eso es tan importante la incautación de todos estos teléfonos”, añadió.
El impacto psicológico y la toma de decisiones drásticas
Labarca, con su vasta experiencia en la policía, destacó que situaciones como la de Sanhueza no son tan raras como se cree. “Es más común de lo que se cree. En muchas ocasiones pasaba que en situaciones normales, que no eran tan complicadas, había personas que tomaban decisiones drásticas”, señaló.
Además, reflexionó sobre las personas involucradas en estos casos, señalando que muchas veces se trata de individuos que no están acostumbrados a enfrentar situaciones complicadas o legales. “No son personas que están acostumbradas a vivir lo que de ir a declarar o estar con abogados, son personas que son buenas, de ir a la iglesia o padres de familia, entonces, ante una situación pequeña o que enloda lo que está viviendo, asume una mochila de culpa”, concluyó Labarca.