“Viví 15 días en uno”: el desgarrador testimonio de los hijos del matrimonio ejecutado en Graneros
Los hijos de Rodrigo González y María Carolina Calleja comparten sus conmovedores recuerdos tras el trágico doble homicidio ocurrido en Graneros.
El 12 de marzo, un terrible crimen en la comuna de Graneros dejó una profunda marca en la comunidad. Un grupo de delincuentes irrumpió en el hogar de Rodrigo González y María Carolina Calleja, acabando con sus vidas de manera brutal. A casi dos semanas de este lamentable suceso, los hijos de las víctimas, Rosario y Rodrigo, han compartido sus emotivos testimonios sobre los momentos previos y posteriores al doble homicidio.
La relación de los padres y la última conversación
Rodrigo y María Carolina comenzaron su relación a finales de los años 80 y se casaron en 1992, formando una familia que, lamentablemente, se vio destruida por la violencia. En una entrevista con Revista Sábado, los hijos revelaron detalles sobre sus padres y cómo se dio su última conversación con su padre antes del trágico ataque.
Horas antes del asesinato, Rodrigo (22) recordó que su padre había mostrado el deseo de reunirse con ellos para disfrutar de un asado de plateada. “Él nos pidió que lo visitáramos, quería hacer un asado de plateada”, expresó uno de los hijos.
El llamado que cambió sus vidas
La madrugada del crimen, Rodrigo se encontraba descansando cuando recibió una llamada cerca de las 4 de la mañana. El tono de la llamada lo hizo sentir que algo estaba mal. Al contestar, un teniente de Carabineros le informó sobre el doble homicidio que acababa de ocurrir en su hogar.
Al escuchar la noticia, la vida de Rodrigo se desmoronó, y rápidamente despertó a su hermana Rosario (27) para informarle sobre el devastador suceso. En ese momento, le pidió que se mantuviera calma y que preparara un bolso para viajar de inmediato a Rancagua, donde el crimen había tenido lugar.
“Yo ahí perdí la noción del tiempo, porque llegamos cuando todavía estaba oscuro, aún no amanecía. A mí el día se me hizo eterno, viví como 15 días en uno, pero sabía que todo iba a ser muy lento, que todo se iba a demorar”, relató Rosario con profunda tristeza.
El dolor y la nostalgia de los hijos
A pesar de la distancia emocional y el tiempo que ha pasado desde aquel fatídico día, el dolor de la pérdida sigue presente. Rodrigo, por su parte, compartió cómo se siente cuando está solo, sumido en la tristeza por los sueños que no pudo cumplir junto a sus padres. Recordó uno de sus proyectos más cercanos, el cual era terminar de construir el quincho que tenían en su hogar, y también los momentos que soñaba compartir con su padre, como correr juntos en el Campeonato Nacional de Rodeo.
Este trágico suceso ha dejado cicatrices profundas en la familia, quienes intentan reconstruir sus vidas tras la irreparable pérdida.
