“Una catástrofe local”: José Maza advierte sobre devastadoras consecuencias si el asteroide 2024 YR4 impacta la Tierra en 2032
La ONU activa por primera vez el Protocolo de Seguridad Planetaria ante el asteroide 2024 YR4.

El asteroide 2024 YR4 ha generado preocupación a nivel mundial, llevando a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a activar, por primera vez en la historia, el Protocolo de Seguridad Planetaria ante el riesgo de una posible colisión con la Tierra en 2032.
¿Cuál es el riesgo real?
Descubierto en los últimos días de 2024, los cálculos iniciales indicaban una baja probabilidad de impacto. Sin embargo, desde enero, las estimaciones han ido aumentando, lo que ha llevado a la comunidad científica a monitorear su trayectoria de manera más exhaustiva.
Para obtener datos más precisos, la NASA y otras agencias espaciales han decidido emplear el telescopio espacial Webb, con el fin de calcular con mayor exactitud su ruta y los posibles riesgos asociados.
Impacto potencial y zonas de riesgo
El tamaño estimado del asteroide varía entre 40 y 90 metros de ancho, y su energía de impacto podría ser similar a la explosión de Tunguska en 1908, equivalente a 8 megatones o unas 530 bombas de Hiroshima.
Según las proyecciones iniciales, el corredor de riesgo incluye el Pacífico oriental, Sudamérica, el Atlántico, África y el sur de Asia como posibles zonas de impacto.
El Profe Maza advierte sobre el impacto
En conversación con Mega, el astrónomo José Maza, conocido como el Profe Maza, explicó las consecuencias que podría generar la colisión de 2024 YR4.
“Si cae a una velocidad de entre 50 mil y 100 mil km/h, que nos choque un objeto de este porte va a producir una catástrofe local”, advirtió.
El científico aseguró que, en caso de impacto, “se va a destruir una ciudad o una zona de 100 kilómetros”, causando estragos considerables.
Monitoreo constante
A pesar de que la probabilidad de impacto sigue siendo baja, la ONU y diversas agencias espaciales mantienen un monitoreo constante del asteroide. En los próximos meses se espera mayor claridad sobre su trayectoria y posibles medidas de mitigación.