El suboficial mayor de Gendarmería y dirigente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), César Guzmán, expresó su preocupación por los riesgos de seguridad en la cárcel de Rancagua, especialmente tras la llegada de Manuel Monsalve, el exsubsecretario del Interior imputado por el delito de violación. Guzmán denunció deficiencias en la mantención de las instalaciones y destacó los problemas que enfrenta el personal encargado de la seguridad en el penal.

Condiciones de inseguridad en la cárcel de Rancagua

En el marco de una movilización de los funcionarios penitenciarios, Guzmán señaló que la empresa encargada del mantenimiento de la cárcel, Siges, no ha cumplido con sus responsabilidades. “La semana pasada tuvimos un evento, una fuga”, afirmó el dirigente, detallando que un interno logró escapar del recinto durante más de tres horas, utilizando una cuchara para abrir su celda.

En conversación con BioBioChile, Guzmán recalcó que, a pesar de considerarse una cárcel de “alta seguridad”, la prisión de Rancagua enfrenta serias vulnerabilidades. “Cuando nos hablan de mandar este tipo de internos o hablan de la cárcel de Rancagua como una cárcel de alta seguridad, les puedo decir que la semana pasada fuimos vulnerados por una cuchara”, dijo.

El caso de Manuel Monsalve: riesgos adicionales

El suboficial mayor advirtió que el caso de Manuel Monsalve representa un riesgo mayor, dado su historial de lucha contra el crimen organizado. Guzmán destacó que la cárcel de Rancagua alberga a un alto porcentaje de internos relacionados con el crimen organizado, lo que podría generar problemas de seguridad para Monsalve.

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“Si abren una celda y quieren agredirlo, para nosotros es un problema”, indicó Guzmán, haciendo hincapié en la falta de personal adecuado para garantizar una custodia directa del imputado. “Custodia directa aquí no va a tener”, concluyó.