Los bosques de la Patagonia chilena son uno de los ecosistemas que más almacena carbono a nivel mundial, con casi 100 toneladas por hectárea. Así lo determinaron científicos de la NASA, en colaboración con Chile.

Este trabajo en conjunto permitió descubrir que la capacidad del bosque siempreverde (donde los árboles no pierden todas sus hojas estacionalmente) para almacenar carbono es mucho más importante de lo que se creía.

Taryn Fuentes Castillo, científica de Carbon Real que participó en la investigación, comenta: “Tras este estudio, esperamos que ahora sea aún más evidente que la Patagonia chilena no solo es un escenario de belleza indescriptible, sino también uno de los mayores pulmones del planeta y es un recordatorio de la responsabilidad que tenemos de protegerlo entre todos. Cada hectárea de bosque patagónico es un aliado en la lucha contra el cambio climático”.

En 2018, la NASA inició un proyecto innovador lanzando rayos láser desde la Estación Espacial Internacional (EEI) para medir y contar los bosques y árboles del planeta. Este proyecto, conocido como la Misión GEDI (Investigación de la Dinámica de Ecosistemas Globales), en colaboración con la Universidad de Maryland, se propuso comprender cómo los ecosistemas almacenan carbono y su influencia en el ciclo del agua y la biodiversidad mundial.

A pesar de la avanzada tecnología láser utilizada por GEDI para mapear la superficie terrestre y crear el inventario de bosques más detallado hasta ahora, algunas áreas requieren calibraciones adicionales debido a problemas como la nubosidad persistente, las rutas de la EEI que no siempre coinciden con las zonas de mayor interés científico, y la frondosidad de los árboles, entre otros factores. Esto hace necesario complementar las mediciones desde el espacio con observaciones directas en tierra para mejorar la precisión.

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Los desafíos en la Patagonia chilena

En la Patagonia chilena, estos desafíos son especialmente notables debido a las condiciones climáticas y geográficas, que complican las mediciones desde el espacio. Dado que la NASA y la Universidad de Maryland no podían realizar estas mediciones detalladas, Carbon Real, una empresa chilena dedicada a la conservación de los bosques patagónicos usando tecnología avanzada, se ofreció para colaborar.

Por su parte, Felipe Escalona, fundador y CEO de Carbon Real, señaló al respecto: “Estábamos buscando una manera de determinar con la mayor precisión posible las capacidades de almacenamiento de carbono de la Patagonia mediante el uso de tecnología, porque queremos generar un incentivo a la conservación a través de la renta que significa la venta de bonos de carbono basados en el crecimiento natural de estos bosques. Y eso se podía hacer desde el espacio. Por eso contactamos a la NASA y nos pusimos a trabajar con ellos, ajustando las mediciones con aviones y drones desde la superficie terrestre que usan la misma tecnología LiDAR”.

Después de dos años de trabajo conjunto, los primeros resultados de esta colaboración serán publicados en septiembre en la revista científica Forest Ecology and Management. Dada la gran capacidad de estos bosques para almacenar carbono, se considera que su conservación es de alta prioridad. No obstante, muchas de estas áreas carecen de protección pública, lo que ha llevado a Carbon Real a intervenir para garantizar la preservación de ciertas zonas mediante esfuerzos privados.

Finalmente, Adrián Pascual, autor principal del artículo y científico de la Misión GEDI de la NASA y la Universidad de Maryland, enfatizó que la Patagonia chilena es solo un lugar turístico. “Cuando se publiquen oficialmente los resultados completos de este estudio, debemos estar preparados para actuar. La Patagonia no solo es un destino turístico; es un legado para las generaciones futuras. Sigamos explorando, investigando y defendiendo este tesoro verde que supera incluso a la majestuosidad de la Amazonía”, cerró.