“Acabo de saber que tocaste a mi hija”: Revelan impactante conversación de padre de víctima abusada por Eduardo Macaya
Escucha la impactante conversación que incrimina a Eduardo Macaya, grabada por la menor y revelada por Radio Biobío.
Una dura conversación telefónica entre el padre de una menor abusada y Eduardo Macaya fue revelada por Radio Biobío, un día después de que la Corte de Apelaciones cambió la prisión preventiva por arresto domiciliario para el imputado.
La unidad de investigación de Radio Biobío informó que esta llamada telefónica ocurrió el 30 de mayo de 2023, luego de que “NN, padre de una de las víctimas, decidiera presentar una denuncia por abuso sexual contra Macaya Zentilli”.
Esta fue la respuesta del padre tras recibir los registros fílmicos de su hija sobre el abuso sufrido a manos de Eduardo Macaya.
Impactante llamada del padre de la víctima a Eduardo Macaya
Cuatro días antes, la menor reveló que había sido abusada por el acusado en su casa. Al no creer que alguien le creería, decidió grabar las situaciones de abuso sexual que sufría otra menor que frecuentaba la propiedad, según informó Biobío. Posteriormente, se transcribió la conversación donde el padre de la menor enfrentó a Eduardo Macaya.
La llamada ocurrió cuando el padre, enfurecido, decidió contactar al empresario agrícola después de que su hija le contó lo sucedido en la propiedad. La gota que colmó el vaso fueron los videos que la niña había guardado en su iPad y mostró a su padre.
“El audio grabado por la menor, identificado como el número 12 entre ‘otros medios de prueba’ contra Macaya, ha sido transcrito”, reporta el portal mencionado, que luego publicó la conversación siguiente.
—NN: Aló, aló, Eduardo.
—EM: Hola.
—NN: Acabo de saber que tocaste a mi hija.
—EM: Bueno…
—NN: Acabo de saber eso, que tocaste a mi hija cuando era más chica, ¿vas a decir que eso no es cierto?
—EM: No, no, no, no, no.
—NN: Sí, fíjate que sí. Porque incluso pude ver los videos donde estás (…) haciendo lo mismo, le tocaste (…) a mi hija. Bueno, realmente jamás pensé sobre ti. Eres un pedófilo asqueroso.
—EM: Por favor, escúchame. Yo con tu hija cuando era más chica siempre jugamos con las niñitas y todo, con la cosquilla. Yo te juro que así inintencionalmente, puede que le haya pasado a llevar.
—NN: Le tocaste (…) weón, le tocaste (…) a la niña, no lo está inventando.
—EM: Pero estás tonto.
—NN: No, no, no, el que está tonto y está enfermo eres tú, hueón. ¿Cómo se te ocurre hacerle eso a los niños? Mira, yo pude ver los videos y yo realmente… ¿Sabes qué es lo que voy a hacer? Los voy a hacer públicos, hueón. Voy a hacer mierda tu imagen, porque lo que hiciste no tiene nombre, no tiene nombre.
—EM: no, no.
—NN: Tú te pasaste, hueón. Yo tenía confianza cuando iban para allá y jamás me imagine que tú podías hacer una cuestión así.
—EM: No, no no.
—NN: Sí, le pregunté y le pregunté los detalles (…).
—EM: No, eso…
—NN: A lo mejor no te acordai po, a lo mejor no te acordai. Bueno, bueno, tú vas a negar obviamente todo esto que ha pasado, es lógico porque no te queda otra, pero incluso en los videos se ve que estás haciendo cosas parecidas.
—EM: Sí vi el video, hay un video, casi me morí, hueón.
—NN: Sí, pero que estís curado no justifica que hagái una cosa así.
—EM: Oye, no te digo… Mira, hueón, te juro hueón que no… Mira, si querís voy a conversar contigo, hueón.
—NN: No, no, mira, te digo una cosa, tú hueón moriste ya con esto que paso, hueón. Tú no existes, hueón. Y lo único que voy a hacer es publicar los videos, hueón. Yo no quiero saber nunca más de ti, en serio.
—EM: no, no.
—NN: En serio sí, pero encuentro que gente como tú es peligrosa de verdad.
—EM: Lo que sí te pido, por favor, no le cagues la vida a mi hijo, hueón. No le cagues la vida a mi hijo.
—NN: Y tú se la cagai a la mía, que andís tocando (…) a mi hija vale menos que lo que me estai diciendo… no le cagues la vida a mi hijo. ¡Por favor! Tú pensai por tu hijo y yo pienso por la mía.
—EM: Realmente si es que la pasé alguna vez, hueón… realmente, hueón… Y pregúntale si la he vuelto, hueón…
—NN: No fue solo una vez (…) y por debajo de la ropa. Y eso no resiste a ningún tipo de explicación, yo creo que no te acordai, qué sé yo. Listo, ya, dejemos la cuestión aquí la verdad, no tengo más que hablar contigo. Hasta aquí llega nuestra conversación y se acabó, déjalo hasta aquí nomás, adiós.