Pronósticos preocupantes: Los graves daños que provocaría el fenómeno de La Niña en Chile

Descubre cómo La Niña transformará el clima en Chile, con impactos significativos y sorpresas meteorológicas en los próximos meses.

La Niña

En los próximos meses, Chile experimentará los efectos de La Niña, lo que traerá cambios climáticos y meteorológicos importantes para el país durante el resto del año.

La Niña provoca un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de afectar la circulación atmosférica tropical, incluyendo los vientos, la presión y las precipitaciones, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

A pesar de los diversos factores de la interacción océano-atmósfera, muchos pronósticos se retrasan. Sin embargo, las últimas actualizaciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) indican que La Niña se desarrollaría en Chile con un 65% de probabilidad entre julio y septiembre, y con un 85% de probabilidad entre noviembre y enero de 2025.

Impacto en el clima del norte, sur y centro de Chile

¿Cómo afectará La Niña a Chile? Actualmente, se sabe que las lluvias serán escasas, según expertos consultados por BioBioChile. La Dirección Meteorológica de Chile informó que La Niña comenzará a posicionarse durante el trimestre julio-agosto-septiembre con un 69% de probabilidad debido al enfriamiento de la superficie del mar.

En entrevista con BBCL, César Torrealba, geógrafo y académico de la Universidad Andrés Bello, menciona que este enfriamiento es “aún mayor en las aguas de las costas del Pacífico en esta zona, lo cual inhibiría las precipitaciones”.

El enfriamiento anormal de las aguas ecuatoriales del océano Pacífico hace que la temperatura del mar baje de “29 grados a valores entre 25 y 26 grados”, explicó Patricio González Colville, académico del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología de la Universidad de Talca.

Precipitaciones y temperaturas bajas

La Niña suele causar precipitaciones por debajo de lo normal, agravando las condiciones de sequía, especialmente en áreas áridas o semiáridas. Según Torrealba, las lluvias disminuirán significativamente en la zona del Norte Chico y también en la zona mediterránea, desde Aconcagua hasta Bío Bío, reduciendo tanto las precipitaciones como las temperaturas.

El docente de la UNAB señala que el déficit de lluvias en el Norte Chico y Chile Central hará que este invierno sea mucho más seco, afectando gravemente estas zonas. En el Norte Grande, especialmente en el altiplano, se espera un aumento de las lluvias durante el verano.

La Dirección Meteorológica de Chile también pronosticó que el sur del país, hasta la Región de Los Lagos, tendrá lluvias por debajo de lo normal.

Un invierno impredecible

Aunque es prematuro conocer el escenario exacto de las precipitaciones en cada región, se pueden hacer algunas estimaciones. Patricio González menciona que en la Región del Maule, donde normalmente llueven 700 milímetros en invierno, “podrían caer entre 250 y 300 mm, continuando con el ciclo de megasequía que comenzó en 2007. Además, habrá bajas temperaturas con heladas de hasta 2 o 3 grados bajo cero”.

Finalmente, en los próximos meses se esperan más heladas y eventos atmosféricos, advierten los expertos. Cristián Rodrigo, docente de la UNAB y oceanógrafo, señala que “podrían predominar bajas temperaturas en primavera, quizás heladas, pero debido al cambio climático actual y los cambios en el comportamiento climático, no hay mucha seguridad en los pronósticos a corto plazo”.

Pablo Sarricolea, académico del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), asegura que el resto del año “podría ser menos lluvioso, aunque siempre pueden surgir sorpresas”.

Detalla que “en montos totales, las lluvias podrían ser menores de lo normal de julio a fin de año, pero es necesario monitorear los pronósticos estacionales cada mes ya que estas situaciones pueden cambiar. Por ejemplo, los ríos atmosféricos podrían traer lluvias inesperadas”, concluyó.