¿Sismos y lluvias conectados? El estudio que Marcelo Lagos detalló
Según Marcelo Lagos, un estudio japonés revela que cambios en la nieve y las lluvias locales pueden influir en la actividad sísmica.
Después de los recientes sistemas frontales que impactaron la zona central de Chile, el geógrafo Marcelo Lagos discutió la conexión entre las lluvias y los sismos en la región.
Lagos se refirió a un estudio japonés publicado en ScienceAdvances, destacando que “los cambios en la velocidad sísmica están fuertemente influenciados por los cambios en la nieve y las lluvias locales, la presión del aire y los cambios en el nivel del mar”.
Impacto de las Lluvias en la Actividad Sísmica
Durante su participación en el programa MegaTiempo, Marcelo Lagos comentó que, aunque los grandes terremotos se originan por procesos internos de la Tierra, existen otros factores subterráneos que aún no comprendemos completamente. “Hasta el momento, el origen, la detonación de grandes terremotos se conecta con procesos internos de la tierra, pero evidentemente, bajo tierra, pasan otras cosas que todavía la ciencia con rigor no logra comprender,” afirmó.
Lagos también señaló las claras conexiones observadas entre la atracción lunar y la actividad sísmica, así como la influencia de la variación en el volumen de los glaciares sobre las cámaras magmáticas, lo que puede acelerar erupciones volcánicas.
En referencia al estudio del MIT en Japón, Lagos precisó que se ha encontrado una correlación entre la cantidad de agua y nieve acumulada bajo tierra y su influencia en la presión y peso, lo cual puede estar conectado con enjambres sísmicos y actividad sísmica.
Predicciones de Marcelo Lagos sobre terremotos en Chile
Marcelo Lagos advirtió sobre posibles terremotos en diversas zonas de Chile. Según el geógrafo, el sur de Iquique y la costa de Atacama son áreas con alta probabilidad de experimentar un gran terremoto debido a la acumulación de energía desde 1922. Además, alertó que desde el sur de Iquique hasta la costa de Atacama, existe suficiente energía acumulada para provocar un evento sísmico significativo, posiblemente acompañado de un tsunami.
En la zona central, desde el sur de Illapel hasta el norte de Pichilemu, se espera un terremoto debido a la falta de actividad sísmica importante desde 1730. “Aquí no ocurre un evento importante de 1730, ha pasado casi tres siglos, por lo tanto, la posibilidad de que vuelva a ocurrir es importante,” subrayó Lagos, añadiendo que esta área concentra más del 70% de la población del país.
Finalmente, para el sur de Chile, Marcelo Lagos mencionó que, aunque es poco probable que se repita un terremoto de la magnitud del de Valdivia de 1960 en el corto o mediano plazo, existe suficiente energía para eventos como el terremoto de Melinka de 2016, que tuvo una magnitud de 7,6.