Este domingo por la noche, dos ex conscriptos del Ejército participaron en el programa “Podemos Hablar” de CHV para revelar detalles del caso de Franco Vargas, un recluta de 19 años que murió durante una marcha en Putre, afectado por el frío extremo.

Francisco y Cristofer, que ingresaron voluntariamente al Ejército, estaban en la marcha de entrenamiento donde Vargas perdió la vida y describieron cada instante del difícil día que enfrentaron.

Según los jóvenes, todo comenzó a las 4:40 a.m., cuando recibieron la orden de levantarse y dirigirse “al trote” al comedor para tomar su desayuno. Allí, subrayan, no se les ofreció nada caliente y les mandaron quitarse la ropa de abrigo.

“Nos despertamos, nos vestimos rápidamente, nos permitieron ponernos el chaquetón, el famoso chaquetón y cerca de las 5:30 ya estábamos formándonos. Y antes de ir por el desayuno, nos hicieron quitarnos el chaquetón y entregarlo”, relató uno de los jóvenes.

“Quitamos el chaquetón y sentimos el primer golpe de frío, nos mandaron a recoger el desayuno al trote. En la fila para el desayuno, se nos indicó que no podíamos beber café, que era lo que nos calentaría esa mañana, y no pudimos comer el pan, entonces recogimos el desayuno solo por protocolo, no por nuestro bienestar. Ese aire al correr, creo que es un factor muy importante, porque son unos 70 u 80 metros que recorremos al trote”, añadieron.

“No nos dejaron comer, teníamos que guardar los bolsillos sucios, no había té, ni café. Y entonces a las seis de la mañana comenzamos a marchar. Y esos son los primeros 15 minutos fatales donde comenzamos a sentir un frío terrible”.

En esos primeros minutos, señalan, algunos compañeros empezaron a desplomarse, “sobre todo se oía a mi compañero Franco, que era quien más insistía en no continuar la marcha”, dijeron.

 

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Conscriptos refutan versión oficial del Ejército

De igual forma, los conscriptos desmintieron algunos puntos de la versión oficial del Ejército tras el incidente de Franco Vargas, donde uno de los aspectos clave fue que los reclutas no estaban en condiciones de marchar en esas temperaturas y no se les permitió abrigarse.

Tras el suceso, el Ejército afirmó que los jóvenes habían tenido la opción de usar o no su abrigo. Sin embargo, los ex conscriptos refutaron estas afirmaciones.

“Es una de las declaraciones que más nos impacta del Comandante en Jefe del Ejército, porque las decisiones nunca pasaban por nosotros. No teníamos la capacidad de decidir qué hacer o qué no hacer. Éramos el eslabón más bajo del ejército, soldados conscriptos. (…) En ningún momento se nos dijo: ‘el que tenga mucho frío puede marchar con el chaquetón’. A nosotros nos hicieron quitar el chaquetón”, aclararon.

Además, mencionaron otros factores que pudieron haber causado la muerte de Vargas, como que se mojó durante la marcha al llevar agua en una mochila que solía romperse, se desmayó tres veces y solo en la última ocasión recibió atención adecuada, y no se le permitió detener la marcha como a otros compañeros.

“Él podía avisarnos, gritaba que no podía continuar, que quería detenerse, que por favor lo dejaran ahí. Quería descansar, pedía descanso y no se lo permitieron. No se sentía preparado para marchar a esa hora”, indicaron.

También mencionaron que Franco estaba enfermo ese día, igual que varios conscriptos que aún se recuperaban de un resfriado que, más tarde supieron, era influenza.

“Estaba ahogado, venía enfermo desde días atrás. No se le prestó la atención necesaria para que pudiera marchar ese día. Varios estuvimos enfermos, varios cayeron, varios se subieron al camión militar. Desde entonces no se le prestó atención. Porque ya eran tantas las voces que no querían continuar la march

a, que él fue el único al que no se le prestó atención”.

Superiores muestran indiferencia tras tragedia

Finalmente, Francisco y Cristofer criticaron las actitudes cuestionables de sus superiores en relación con el caso de Franco. “Unos días después, a mí y a Cristofer nos tocó bajar al regimiento de Rancagua y llega un suboficial, me quedo hablando con él y le expreso todo lo que sentía. Y con sus palabras, que encuentro que fueron de las más inhumanas: ‘le tocó morirse, un pelado menos'”, reveló Francisco.

“Teníamos que decir que no sabíamos nada. Esa era siempre la indicación. ‘Se murió el soldado, ¿y qué vamos a hacer? Hay que seguir adelante. No podemos quedarnos estancados aquí’. Siempre esas eran las palabras más inhumanas que teníamos que escuchar. Como que se había muerto un soldado y que él se había quedado ahí, que siempre iba a estar con nosotros, pero él se había quedado allá, atrás. Muerto. Él estaba muerto, nosotros vivos. ¿Qué hacíamos los vivos? Seguir adelante. Los muertos, muertos se quedaban”, explicaron.

“Murió de una manera que no se la desearía ni a mi peor enemigo porque morirse extrañando a la mamá, morirse sabiendo que tus compañeros te molestan, te pegaban, abusaban de ti y que los responsables de cuidarte no hacían nada, morirse de esa manera es inhumano”, concluyeron.

 

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