“Perdí la paciencia” y “No es xenofobia”: Neme estalla en vivo tras insólitas quejas de migrantes en Mucho Gusto
José Antonio Neme expresó indignación ante quejas de migrantes. En “Mucho Gusto”, discutió las dificultades de obtener trabajo y legalizar su situación.
El comunicador José Antonio Neme manifestó una enérgica reacción ante las protestas de migrantes empleados en las calles de Estación Central, apenas a unas cuadras de la Alameda, dentro de la Región Metropolitana.
Durante una transmisión en vivo para Mucho Gusto, el reportero Karim Butte entabló diálogo con varios venezolanos que ofrecen alimentos no saludables cerca de la estación de metro San Alberto Hurtado.
“He residido tres años en este país, intentando legalizar mi situación sin éxito y sin obtener empleo. Sin un contrato, nos vemos forzados a vender comida rápida para sobrevivir. Siendo padres de familia, ¿qué se supone que hagamos?”, inquirió uno de ellos.
“Resido en un apartamento que cuesta 500 más los gastos comunes, dado que el salario mínimo en Chile es de 600. ¿Cómo se espera que sobrevivamos? Necesitamos este ingreso. A pesar de ser expulsados, solicitamos documentos y apoyo”, prosiguió otro.
Por otro lado, una compatriota comentó que “una fiscalización adecuada sería beneficiosa. Al estilo de Perú, donde otorgan un carnet para abonar una patente. Aquí, en lugar de fiscalizarnos, nos expulsan”.
Finalmente, un joven foráneo compartió su situación desesperada: “¿De qué viviré? He entregado más de 20 currículums desde mi llegada sin recibir respuesta alguna. Soy un profesional, un albañil, sin oportunidades de empleo. Tengo una familia, dos hijas aquí”.
Neme cuestiona expectativas migratorias
Tras escuchar los testimonios, Neme expresó su frustración. “El proceso migratorio es inherentemente complejo, nadie abandona su país por placer. Sin embargo, resulta peculiar que se demanden al país anfitrión beneficios o condiciones inexistentes en su nación natal”, inició el presentador.
“El individuo vino aquí no encontrando un empleo adecuado como médico o arquitecto en su país. Si su educación allá no le brindó oportunidades, esa demanda no puede trasladarse a otro país. Pido disculpas por ser tan directo”, añadió.
Concluyó recordando “a la distinguida presentadora de hace cuatro semanas en CHV, que comentó ‘nos tratan de esta manera’. Mi paciencia se ha agotado ligeramente. La migración es un desafío considerable, pero la responsabilidad primaria recae en el país de origen”.
“Los conflictos se han identificado con ciertas nacionalidades, lo que no constituye xenofobia, sino una realidad concreta. Si el problema fuese con polacos, belgas o rumanos, hablaríamos de esas comunidades. Así, debemos abordar este asunto con mayor claridad”, finalizó el periodista.