Este lunes, la embajadora de Chile en las Naciones Unidas (ONU), Paula Narváez, destacó la trascendencia global de la expresidenta Michelle Bachelet y afirmó que su nombre resuena para encabezar la organización.

Durante una entrevista otorgada a Tele13 Radio, Narváez expresó que la exmandataria “sigue siendo también un personaje político internacional muy relevante, sigue siendo un referente en las Naciones Unidas y eso obviamente llena de orgullo tanto a nivel nacional como internacional”.

Posteriormente, la exvocera del gobierno de Bachelet explicó que es habitual “que para muchas personas ella surja siempre como una alternativa, por la envergadura política que ella tiene y el impacto”.

Bachelet figura entre los candidatos para liderar la ONU

En la citada entrevista, Narváez señaló que el nombre de Bachelet está considerado para presidir la ONU en 2026.

“Lo que puedo contar, es lo que me pasa a mí en Naciones Unidas y es que, informalmente, representantes de distintos países la señalan como la próxima secretaria general de Naciones Unidas también”, declaró la actual presidenta del Consejo Económico y Social.

El periodo de Antonio Guterres como secretario general de la ONU termina en 2026, momento en que también se hará la elección. Además, nunca una mujer ha ocupado este cargo.

“De manera informal debo decir, yo en mi calidad de embajadora, por supuesto, escucho y me han planteado directamente, me han abordado, porque la próxima secretaria general, la próxima Secretaría General de las Naciones Unidas debiera corresponder a Latinoamérica y al Caribe, porque esto siempre es por rotación de regiones. Y por lo tanto, el nombre de Michelle Bachelet siempre está”, enfatizó Narváez.

La exvocera también subrayó que la posibilidad de que la exmandataria asuma este rol “debe ser motivo de orgullo para todos los chilenos y chilenas”, considerando que “es un reconocimiento a Chile, pero por supuesto, a su trayectoria”.

Bachelet fue la directora ejecutiva de ONU Mujeres entre 2010 y 2014. Luego, entre 2018 y 2022, ocupó el cargo de alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.