El 17 de septiembre se reveló que Martín Pradenas será transferido de la cárcel de Valdivia a la de Nueva Imperial, en la Región de La Araucanía. La petición fue hecha por Pradenas mismo, quien ha sido condenado por múltiples delitos sexuales.

Su defensa argumentó diversas razones para el traslado. Principalmente, alegan que el penal de Valdivia no posee “características de habitabilidad necesarias”, según destacó Emol.

Adicionalmente, hicieron hincapié en el distanciamiento de su familia (su hija reside en La Araucanía) y en un presunto peligro para su salud física, relacionado con problemas de asma que habrían sido ocasionados por la humedad en el recinto carcelario.

Comentarios del padre de Antonia ante la situación

En respuesta a este acontecimiento, Alejandro Barra, padre de Antonia Barra (una de las víctimas de Pradenas), expresó su “profundo” pesar por la decisión.

Asimismo, rememoró que “nos encontramos desde el comienzo de la investigación, con desestimación de pruebas por un juez en la preparación del juicio oral, con funcionarios de la PDI que hacen desaparecer las interceptaciones telefónicas, una exdefensa grosera; diciendo que yo no soy víctima, que fui yo, poco menos, el que asesinó a mi hija, un juez que no vio el abuso sexual (evidente, era un video) y que saca a dos víctimas del caso para perder la continuidad y dejarlos prescritos. También con la anulación del primer juicio oral por la conducta de un juez en ejercicio de sus funciones”.

Además, indicó que se llevaron a cabo “numerosas audiencias para que Martín Pradenas Dürr, condenado dos veces, permanezca en la enfermería de la cárcel de Nueva Imperial. A pesar de que Gendarmería afirma que debe estar en un lugar seguro tanto para él como para otros condenados, ya que Nueva Imperial no cumple con dicha seguridad”.

“Sin embargo, todas las audiencias fueron favorables al condenado, al considerar que tiene derecho a la reinserción cerca de su familia y a recibir tratamiento para su asma. En cuanto a las razones de los tribunales, nunca consideraron la gravedad y cantidad de delitos por los que fue condenado, pero sí escucharon a la defensa, que argumentó que la distancia le complicaba las visitas de su hija y, por lo tanto, su reinserción”, añadió.

El padre también cuestionó la “misteriosa y oportuna enfermedad de asma que lo aflige desde el año pasado en la cárcel de Nueva Imperial, sin ningún examen, solo con su palabra, ‘estoy enfermo de Asma y necesito un inhalador Salbutamol’, y en eso se ha basado la defensa para argumentar que el sistema penitenciario debe tener consideraciones con el condenado”.

“Me pregunto, por qué no existe ningún documento que refleje que se haya realizado un examen del sistema para determinar la veracidad de los dichos del condenado. Me refiero a una Espirometría, un sencillo examen junto a radiografías”, complementó.

Finalmente, Barra reveló que “hoy tampoco el tribunal tomó en cuenta lo que Gendarmería expuso, que si el condenado se queda en Nueva Imperial, debe ser alojado en la enfermería, durmiendo en una camilla de dicha enfermería y no pueden colocarlo en celdas comunes por la seguridad del condenado. Es decir, ¿cumplirá su condena en la enfermería? ‘¿Habrá otro condenado con tanto beneficio?’”.