El periodista Juan Manuel Astorga ha opinado sobre la polémica que rodea a Patricio Fernández, asesor presidencial encargado de la conmemoración del 50 aniversario del golpe de estado en Chile. Varias organizaciones de derechos humanos han pedido la renuncia de Fernández, a quien acusan de no haber condenado explícitamente el golpe militar.

Fernández desató controversia al sugerir que los historiadores y politólogos podrían seguir discutiendo las razones y motivaciones detrás del golpe, pero que lo que debería ser consensuado es que los acontecimientos posteriores al golpe son inaceptables en cualquier sociedad civilizada.

“La historia podrá seguir discutiendo por qué sucedió o cuáles fueron las razones o motivaciones para el Golpe de Estado. Eso lo vemos y lo vamos a seguir viendo. Lo que uno podría empujar, con todo el ímpetu y con toda la voluntad, es decir: ‘Okey, tú, los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese Golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio’”, sostuvo.

La reflexión de Juan Manuel Astorga

Astorga, en su espacio de radio Infinita, expresó que aunque el gobierno tiene un empeño constante en conmemorar el golpe, nadie salió a defender a Fernández después de sus declaraciones. Agregó que no es negacionista tener una opinión sobre la figura de Pinochet, pero que sí lo es negar los hechos ocurridos durante su dictadura. Asimismo, señaló que es igualmente negacionista ignorar los errores y culpas propias que condujeron a los sucesos posteriores al Golpe.

Astorga argumentó que pretender silenciar a quienes piensan que la situación de la Unidad Popular justificaba la salida de Allende del poder es tratar de esconder una realidad. Afirmó que no todos los chilenos tienen la misma visión sobre lo que ocurrió el 11 de septiembre de 1973. “Por mencionar una reflexión, quizás Patricio Fernández deje el cargo, si 50 años después no somos capaces de concordar, significa entonces que 50 años son muy pocos y nos confirma que la izquierda se niega a reflexionar sobre su propia responsabilidad”, concluyó.