La confesión de Felipe Rojas: El momento en que admitió el terrible asesinato a Fernanda Maciel a la PDI
En diciembre de 2020, Felipe Rojas confesó a la Policía de Investigaciones (PDI) que fue responsable del asesinato de Fernanda Maciel durante la reconstitución de los hechos en curso
En diciembre de 2020, Felipe Rojas confesó a la Policía de Investigaciones (PDI) que fue responsable del asesinato de Fernanda Maciel durante la reconstitución de los hechos en curso. La joven embarazada fue violada y asesinada en febrero de 2018 en una bodega en Conchalí, y Rojas también admitió haber realizado un aborto ilegal.
Posteriormente, Rojas enterró su cuerpo y los restos del feto en gestación, que permanecieron enterrados durante 499 días antes de ser encontrados. Desde entonces, Rojas ha sido detenido y procesado por los cargos relacionados con el asesinato y la violación de Fernanda Maciel.
A pesar de la confesión de Felipe Rojas ante la PDI, esto no fue suficiente para declarar su culpabilidad en el caso de Fernanda Maciel, ya que la legislación chilena establece que todas las personas tienen derecho a un juicio previo, oral y público.
En la carpeta investigativa del caso, hay un video de la primera reconstitución de escena en la que Rojas participó, custodiado por funcionarios de Gendarmería y la policía. En esta ocasión, Rojas renunció a su derecho a guardar silencio y proporcionó una cronología detallada de los hechos. La confesión de Rojas fue inédita y fue parte importante de la investigación para determinar su responsabilidad en el caso.
El sábado 10 de febrero de 2018, cerca de las 16:45 horas, “no recuerdo si yo recibí el mensaje o yo le hablé a Fernanda. Al saber que estaba ahí en su casa (ubicada a pocos metros de la bodega), subí al árbol que está junto a la pared que nos separa. Nos pusimos a conversar en esos momentos”.
Felipe Rojas y Fernanda Maciel se conocían desde el año 2008, cuando la familia de Fernanda se mudó a Conchalí. Durante este tiempo, los dos jóvenes fueron vecinos y desarrollaron una relación que nunca fue más allá de una amistad, a pesar de las intenciones de Rojas.
Previo acuerdo, la mujer de 21 años llegó a la bodega, que era cuidada por Rojas. “Yo empiezo a caminar y ella empieza a caminar hacia la puerta (…) me sentí muy mal, no sé qué me pasó en ese momento”, siguió relatando, según imágenes emitidas por Canal 13.
El momento en que admitió el terrible asesinato a Fernanda Maciel a la PDI
En su confesión ante la PDI, Felipe Rojas recordó vagamente haber cometido una agresión física contra Fernanda Maciel, en la que ambos cayeron al suelo. Luego, Rojas llevó a cabo la violación sexual mientras Fernanda todavía estaba viva, según se determinó posteriormente a través de análisis forenses. Después de matarla, Rojas guardó el cuerpo de Fernanda en un saco, tal como relató en su confesión.
“Pasó ese malestar que sentía y ahí como que me di cuenta de la situación. Me empezó a faltar el aire, entré en pánico. Sentí mucho miedo, pensé en todo lo relacionado con ella. Pensé en llamar a alguien, pero no pude hacerlo (…) solo atiné a esconder el cuerpo“, agregó en su confesión.
Rojas dijo a los policías que “recordé que, días anteriores, no sé cuántos días, había cavado un hoyo en la parte trasera del patio para… con el tema de deshacerme de escombros que había en la parte trasera del patio”.
Antes de enterrar el cuerpo de Fernanda Maciel, Felipe Rojas se quedó con su celular, que más tarde vendió en la feria Zapadores de Recoleta. Luego de saber que Fernanda había fallecido, Rojas regresó a su casa y se subió a la pandereta para llamar a la joven, pero quien contestó fue su madre, Paola Correa, quien le dijo que Fernanda había salido. Más tarde, ocurrió el episodio en el que Rojas pidió a un amigo que no lo involucrara en el caso.
La familia de Fernanda Maciel tuvo que esperar cinco años y dos meses para obtener justicia por la muerte de Fernanda y su hija, Josefa, que tenía siete meses de gestación y cuyo padre era Luis Petersen.
Finalmente, el 25 de abril de este año, Felipe Rojas fue sentenciado a presidio perpetuo calificado, lo que significa que tendrá que cumplir 40 años de cárcel efectiva.