El presentador de televisión Eduardo Fuentes decidió tomarse un receso de tres semanas de su rol en el matinal de TVN, tanto para disfrutar de unas vacaciones como para someterse a una cirugía estética.

Fuentes tenía una molestia estética que lo afectaba desde hace tiempo: los párpados caídos. Para abordar esta cuestión, optó por someterse a una blefaroplastia.

A pesar de que su ausencia originalmente estaba planeada por dos semanas, necesitó una semana adicional para su recuperación.

“Salió bien la cirugía, pero no tengo que estar expuesto a la luz y tengo que esperar a que baje la hinchazón. Espero verlos pronto”, explicó el comunicador a través de sus redes sociales.

¿Qué implica una blefaroplastia?

La blefaroplastia es un procedimiento quirúrgico destinado a eliminar el exceso de piel en los párpados. A medida que envejecemos, es común que esta condición se vuelva más notoria, lo que incluso puede dificultar la visión debido al debilitamiento de los músculos que sostienen este delicado tejido.

Eduardo Fuentes explicó durante su regreso a la televisión, “te sacan un pedazo de párpado y te lo reubican. Las cortinas te las vuelven a subir”.

Este tipo de intervención se realiza de manera ambulatoria, con anestesia local, lo que permite que los pacientes se retiren inmediatamente después.

¿Existen riesgos?

A pesar de que esta cirugía no es invasiva ni particularmente complicada, como cualquier procedimiento médico, conlleva ciertos riesgos para los pacientes.

Según Medline Plus, algunos de los riesgos asociados con la blefaroplastia incluyen:

– Dificultad para cerrar los ojos al dormir (en raras ocasiones puede ser permanente).
– Daño o pérdida de la visión (poco frecuente).
– Visión borrosa.
– Sequedad en los ojos.
– Hinchazón temporal de los párpados.
– Pequeñas manchas blancas después de la remoción de los puntos.
– Cicatrización lenta.
– Sanación o cicatrización irregular.
– Los párpados podrían no alinearse de manera adecuada.

Adicionalmente, las personas con condiciones médicas preexistentes como diabetes, enfermedades cardíacas, hipertensión, sequedad en los ojos y problemas de tiroides, enfrentan un mayor riesgo en esta cirugía, según la misma fuente médica.