Acusación explosiva de Mega contra la periodista Paulina de Allende-Salazar
Mega cerró su descargo en contra de Paulina de Allende-Salazar asegurando que “se le advirtió a la demandante que no se tolerarían este tipo de conductas”.
En junio del año pasado, Paulina de Allende-Salazar presentó una demanda contra Mega luego de su despido en abril.
La periodista fue desvinculada del canal después de referirse de manera despectiva a un carabinero fallecido durante un procedimiento, lo que generó una controversia.
En respuesta a la demanda, De Allende-Salazar solicitó una indemnización de $421 millones y una disculpa pública en pantalla por parte de la cadena televisiva.
La respuesta de Mega
Mega, perteneciente al grupo Bethia, reaccionó ante el litigio recordando una sanción previa por un supuesto maltrato en el trabajo.
“El informe de la investigación por acoso laboral concluyó que la forma de comunicar instrucciones y supervisión por parte de la periodista genera menoscabo, humillación e inseguridad profesional, y más aún cuando no cumplen sus expectativas”, indicó el texto, según Glamorama.
El canal mencionó que “la denunciada, según las distintas declaraciones de testigos entrevistados, transmite una actitud de superioridad, de estar sobre cualquiera en su ámbito profesional y lo va verbalizando cada vez que interactúa con otros”.
“La periodista tenía antecedentes que acreditaban que había incurrido en conductas inaceptables para el empleador”, complementó.
No tolerarán
Mega cerró su descargo en contra de Paulina de Allende-Salazar asegurando que “se le advirtió a la demandante que no se tolerarían este tipo de conductas”.
“Estas infracciones contractuales futuras podían ser sancionadas con la extinción del contrato de trabajo”, sentenció.
Tras la reacción de la estación, Joaquín Cabrera, el abogado de la expanelista del Mucho Gusto, explicó que “esa acusación no es veraz ni está ratificada por ninguna autoridad laboral competente. Además, está lejos de los fundamentos planteados por Mega en la carta de despido”.
“No quiero pensar que es un nuevo intento por denostar y amedrentar a una profesional de excelencia que solo está ejerciendo su derecho; el mismo que todo trabajador debiera poder reclamar sin represalias y amenazas encubiertas”, concluyó.