Durante su participación en el último episodio de Podemos Hablar (CHV), la periodista Mónica Pérez compartió uno de los momentos más difíciles de su vida en una conversación con Monserrat Álvarez.

Hace algunos años, Mónica experimentó la triste pérdida de su segundo hijo en el vientre. Durante el tercer mes de embarazo, recibió la desgarradora noticia de que el desarrollo del bebé no era viable.

“A los tres meses (…) te hacen esa famosa ecografía que ya es importante para ver si tu hijo viene con algún problema más grave y me dijeron que estaba perfecto”, fue lo primero que dijo acerca del asunto.

Después de recibir este diagnóstico, la periodista decidió tomar unas vacaciones junto a su esposo y su hija pequeña. Sin embargo, todo cambió cuando regresó para una ecografía de control y el médico le comunicó que algo estaba mal.

Duro momento

“Me hacen de inmediato un examen que te sacan líquido amniótico y mi hijo venía con un tremendo síndrome que no iba a nacer… O sea, ni siquiera iba a llegar a los nueves meses de gestación. Yo en ese minuto tenía tres”, contó.

“El doctor lo que me dice es que no se sabía cuándo iba a morir dentro de mí y en Chile no existía aborto terapéutico en ese minuto y yo salía en la tele entonces me dijo ‘mira, a ti nunca nadie te va hacer uno en Chile porque se arriesgan a mucho, pueden pasar muchas cosas así que te tienes que aguantar y quedarte con tu guagua hasta que muera dentro de ti”, recordó.

“Yo en shock, porque además tienes la guata así (grande) y toda la gente en el trabajo te dice ‘qué linda, la guagüita’. (…) No podía decir que mi guagua no iba a nacer”, narró Mónica.

Mónica recordó que, después de dos meses, ella y su esposo decidieron viajar a Estados Unidos para realizar un aborto terapéutico.

“Yo soy católica así que no era muy fácil hacerlo, pero era una situación que no tenía ni un sentido este sufrimiento que llevábamos”, explicó.

Sin embargo, antes de partir, el médico les aconsejó que se sometieran a un chequeo en la clínica. Fue en ese momento que se enteraron de que su bebé ya había fallecido.

“Además, es terrible Monse todas las semanas ir a la ecografía y no preguntar si la guagüita está bien, sino ‘¿se murió, doctor?’. Esa era la pregunta que había que hacer. Una vez a la semana. Fallece mi guagüita y yo tuve que darla a luz, porque ya tenía cinco meses (…) (Tuve un parto), pero no lo pude ver”, dijo entre lagrimas Mónica Pérez.

“Mi doctor hizo lo mejor, yo no tengo ninguna queja… El síndrome que traía mi guagüita era bastante terrible, entonces no quiso que yo viera a mi hijo en ese estado y me hizo dormir después de que lo tuve, pero no lo pude enterrar y yo creo que es súper importante darle a los papás la posibilidad de hacerlo”, aseguró la periodista.