¡OTRA MÁS! La nueva muerte que podría remecer a ‘Hijos del Desierto’: Eloy sería el culpable

La emocionante recta final de Hijos del Desierto continúa sin dar respiro, y en el próximo episodio de este martes se producirá otro impactante fallecimiento

El emocionante desenlace de Hijos del Desierto no da tregua, y en el próximo capítulo se producirá una nueva muerte impactante. En esta ocasión, el gobernador Hipólito Cárdenas será asesinado por el temido Eloy Zapata.

Como recordamos, Antonia Williams hizo un turbio acuerdo con el personaje interpretado por Roberto Farías, aceptando pasar una noche con él a cambio de “la cabeza de Pedro Ramírez”.

Sin embargo, Antonia decide aumentar su precio y deja en suspenso lo que realmente quiere a cambio. Lo que se revela es que desea la vida del exjefe de policía.

En el último episodio, vemos cómo Hipólito se dirige a encontrarse con Pedro para revelarle la verdad sobre su hermano, pero en su camino es interceptado por Eloy y sus hombres, quienes tienen la misión de silenciarlo para siempre.

Lo intrigante es que, antes de partir, el gobernador le entrega a Soto una carta sellada, con la encomienda de entregársela al prefecto Hidalgo en caso de que él no regrese a su puesto de trabajo al día siguiente.

Antes de llevar a cabo su encargo, Eloy sostiene una conversación con Hipólito, señalando que su situación actual es resultado de ser un “desclasado”. Sin embargo, Hipólito le advierte que hacer negocios con los Sanfuentes Williams acabará de manera trágica.

“Yo me voy a ir con la consciencia un poquito más tranquila, pero tú, Zapata, te vas a morir siendo un perro desgraciado, un pulguiento miserable. O te mata Ramírez o te matan los futres”, soltó.

“Los Sanfuentes te van a usar, te van a seguir usando y te van a hacer la desconocida. Tu amiga, la Antonia Williams, esa vieja concha de su madre te mira con asco. ¿Y sabes por qué te mira con asco? Porque siempre vas a ser un picante, un hueón hediondo, un tuerto de mierda”, agregó.

En un estado de furia y frustración, Hipólito, incapaz de contenerse, le exige a Eloy que sea él mismo quien lo mate cara a cara y con sus propias manos.