A pesar de que se ha reportado una disminución en los efectos de la pandemia y se ha hablado del fin de la crisis sanitaria, una nueva variante de Covid-19 ha surgido y está causando preocupación entre médicos y especialistas.

La variante, conocida como XBB.1.16 o Arcturus, fue detectada por primera vez en enero de 2023 y ha sido clasificada como una “variante bajo monitoreo” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el 22 de marzo debido al aumento de infecciones que está causando.

Esta subvariante de Omicron ha sido reportada en más de dos docenas de países y ha causado un aumento de casos en países como India. En Estados Unidos, ya es responsable de aproximadamente el 9,6% de los casos actuales según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aunque es probable que este número sea mayor, ya que muchos pacientes con Covid-19 nunca descubren con qué cepa del virus han sido infectados.

Lo que ha llamado la atención de los médicos y funcionarios de salud pública es que esta variante parece causar conjuntivitis, también conocida como “ojo rosado”.

Aunque los CDC aún no han vinculado formalmente la conjuntivitis con el Covid-19 y no lo han incluido como un síntoma oficial, el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles cree que la variante es la causa de este síntoma y advierte al público que tome las precauciones estándar de Covid-19 para frenar su propagación.

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Aunque algunos médicos se mantienen escépticos acerca del nuevo síntoma, muchos reconocen la prevalencia de la conjuntivitis y la secreción relacionada con los ojos como evidencia anecdótica.

Se espera que las vacunas de la variante Omicron brinden protección contra la nueva subvariante, pero se recomienda seguir los protocolos de cuidado personal para evitar el contagio, ya que parece ser más infecciosa que las anteriores.