“Soy hijo de put… con la gente que…”: Marcelo Chino Ríos rompe el silencio en inesperada entrevista

El próximo martes 29 de marzo se cumplen 25 años de aquella tarde de 1998 cuando venció en Miami al máximo referente Andre Agassi

El destacado tenista, Marcelo “Chino” Ríos dio una entrevista para conversar a corazón abierto respecto a su carrera profesional, los dolores musculares que le harían colgar las raquetas definitivamente, entre otras cosas.

“Todo tiene su fin, pero me costaría decir ahora que no jugaré más. No sé si sería responsable de mi parte. Me gustaría jugar mejor, me gustaría poder retroceder el tiempo, hacer las cosas mejor y hoy poder seguir jugando”, dijo al hablar con una periodista de La Tercera.

El próximo martes 29 de marzo se cumplen 25 años de aquella tarde de 1998 cuando venció en Miami al máximo referente Andre Agassi en tres sets. Por tanto, pasó a ser el único chileno en ser el número uno del mundo en tenis.

“Viendo imágenes después; la gente que había en mi casa; o la gente que salió a las calles; o ver La Moneda llena cuando yo llego fue impactante, fue fuerte, pero de una manera bonita. Nunca esperé que tanto chileno saliera el día que yo gané…”, recordó.

Tras ello, afirmó: “…de repente estoy solo y pienso ‘fuiste el mejor del mundo. No el mejor de Chile, ni de Monticello ni de todo Santiago, fuiste el mejor de todo el mundo’. Es fuerte, es bonito y cuando hablo con mis hijos, porque ellos me preguntan y yo les trato de explicar, el tema me gusta”.

“Fui demasiado inmaduro; fui demasiado chico; o duró muy poco; o fue un sueño muy corto; o no lo supe aprovechar; o no lo tomé en ese minuto…”, agregó al hacer un mea culpa.

Tras afirmar que hoy día el tenis no significa nada, detalló que en aquel momento era “Mi vida. Era lo único que hacía”.

Finalmente, expresó que “Yo creo que, más que dedicarme al tenis o querer ser tenista, fue una escapatoria al colegio. Siempre lo he dicho, me cargaba el colegio, lo pasé pésimo, me iba pésimo y fue una escapatoria. Me dieron la posibilidad de jugar tenis, tuve que terminar cuarto medio dando exámenes libres, pero era una escapatoria para no ir al colegio. Me pusieron metas: tenía que ser tanto en el ranking, si no, volvía al colegio. Todo eso me ayudó a hacer lo que me gustaba, que era no ir al colegio más que jugar tenis”.