La muerte que impactara en la teleserie ‘Hijos del Desierto’

Luego de que Peineta lo llevara a Pirandelli para disculparse con Gato por su descortesía, muestra al personaje de Michael Silva preparándose y cargando el arma con la que pretende acabar con su vida.

El adelanto del próximo episodio de Hijos del Desierto el martes por la noche preocupó a algunos de los espectadores del programa. Lo anterior es cierto porque era evidente que El Negro intentaría suicidarse porque estaba harto de la vida que llevaba ya que sus piernas se habían quedado inmóviles. ¿Fallecerá realmente el pandillero de la pandilla de Pedro Ramírez?

Luego de que Peineta lo llevara a Pirandelli para disculparse con Gato por su descortesía, muestra al personaje de Michael Silva preparándose y cargando el arma con la que pretende acabar con su vida.

El Negro escucha a su esposa silbar y se da cuenta de que tiene muy buen oído para la música, pero cuando llega al cabaret ve a su esposa con Diego, quien le está enseñando a tocar el piano.

Como resultado, el pistolero se vuelve más furioso y se ve impulsado a decidir alterar el curso de la historia.

El hombre en silla de ruedas busca bolígrafo y papel por la casa una vez que está solo en casa para escribirle a su esposa una breve nota de despedida, como se verá en el capítulo siguiente: “Me voy para que estés bien. Te amo y siempre te voy a amar. Tu Negro”.

El Peineta alerta a su compañero de un mal presentimiento al mismo tiempo que va donde Pirandelli, y los dos regresan rápidamente a casa para encontrar a su compañero, que solo está parcialmente consciente.

La Gato se aferra a él con miedo, pero al final, la tragedia no ocurrió.

“Hueón cobarde. No sirvo ni pa pegarme un tiro”, dice él, lamentando no haberse atrevido a disparar.

La circunstancia permitirá que la personalidad de Michael Silva llegue a un punto de quiebre y cambie su perspectiva. Le pide a su esposa que lo lleve al consultorio del médico al día siguiente.

“Quiero dar la pelea. Quiero volver a caminar”, le dice, emocionando a la mujer hasta las lágrimas.