¡GRAVE ERROR! Shein invita a influencers a su fabrica en china para limpiar su imagen y terminan funados

Ante la controversia generada por el documental, Shein afirmó que desconocía la situación de las fábricas subcontratadas.

Shein, el gigante del fast fashion, invitó a varias influencers a un viaje de dos semanas completamente financiado a China para que pudieran visitar sus fábricas y promocionar la marca de manera positiva. Sin embargo, la estrategia no tuvo los resultados esperados, ya que en las redes sociales se criticó a las creadoras de contenido y se les acusó de “venderse” a cambio de un viaje, ocultando la realidad detrás de Shein, que ha sido acusada de prácticas laborales y medioambientales cuestionables.

A pesar del increíble éxito comercial de Shein, su reputación no se corresponde con ello. Por esta razón, en un intento por mejorar su imagen y silenciar las acusaciones sobre las malas condiciones laborales, Shein invitó a varias influencers en un viaje totalmente cubierto a sus fábricas en China, pero el resultado no fue el esperado.

Documental

Recordemos que en un documental de la cadena británica Channel 4, una periodista se infiltró en uno de los talleres subcontratados por Shein donde se fabrica la ropa que vende, y constató las precarias condiciones de los trabajadores, incluyendo jornadas de hasta 18 horas, solo un día libre al mes y descuentos de dos tercios del salario en caso de errores en la fabricación, entre otros problemas.

Ante la controversia generada por el documental, la empresa de moda y belleza afirmó que desconocía la situación de las fábricas subcontratadas y que rescindiría los contratos con aquellos proveedores que no cumplieran los estándares.

“SHEIN trabaja continuamente con nuestros proveedores para garantizar que tengamos condiciones de trabajo seguras y reguladas”, aseguraron en ese momento.

En este contexto y en un intento por mejorar su imagen, Shein planificó un viaje para influencers, principalmente de Estados Unidos, a sus fábricas en Guangzhou con el objetivo de mostrar las supuestas buenas condiciones de trabajo actuales, lo cual fue recibido con escepticismo por los usuarios de las redes sociales.

Las influencers que participaron fueron Dani Carbonari, Marina Saavedra, Aujené, Fernanda Stephany Campuzano, Kenya Freeman y Destene Sudduth.

Las influencers elogiaron a Shein en las redes sociales

La diseñadora y exconcursante de Project Runway, Kenya Freeman, fue una de las creadoras de contenido en Instagram y TikTok que participaron en el viaje de dos semanas financiado por Shein. Cabe destacar que la influencer ya había colaborado con la marca y tenía una línea de ropa en conjunto con ellos.

Durante la excursión, visitaron las fábricas y centros de envío de Shein, además de tener reuniones con los trabajadores, con el objetivo de que los invitados compartieran contenido con una narrativa más positiva sobre la marca.

En el caso de Freeman, como informó el New York Times, publicó 11 publicaciones en Instagram, varias de ellas con videos, en las que hablaba sobre las buenas condiciones laborales de los trabajadores de Shein e incluso destacaba la presencia de robots que manipulan las mercancías.

Destene Sudduth, creadora de contenido, dijo que los empleados “ni siquiera estaban sudando”. Asimismo, Daniele Carbonari subió un video a TikTok -que después borró- donde decía que había “desinformación” en torno a Shein.

Las influencers que participaron en el viaje de Shein fueron objeto de críticas en las redes sociales. Los usuarios las acusaron de estar influenciadas y de promover un negocio con prácticas laborales y medioambientales cuestionables, al producir ropa barata y desechable en grandes cantidades.

“¿Dónde está la disculpa por promocionar una marca que hace tanto daño social, ambiental y ético?”, comentaron algunos usuarios.

Además, la usuaria Susan Bailey, quien afirmó haber trabajado en el sector textil con proveedores chinos, señaló que el material mostrado por las creadoras de contenido era una puesta en escena para las redes sociales.

Ante esto, Shein emitió un comunicado en el que expresó su “tristeza” al ver las reacciones violentas hacia las creadoras de contenido.

“Sus videos y comentarios en las redes sociales son auténticos, y respetamos y respaldamos la perspectiva y la voz de cada influencer sobre su experiencia. Esperamos continuar brindando más transparencia en torno a nuestro modelo de negocios y operaciones bajo demanda”, añadieron.

Freeman indicó que habló a partir de lo que vio y su verdad al trabajar con la empresa, mientras Carbonari publicó un video excusándose con que “debería haber investigado más” y que agradecía la información que los usuarios le enviaron sobre Shein.

“Espero que Shein pueda ser más transparente y responder a todas sus preguntas, porque puedo asumir la responsabilidad por mí misma y mis acciones, pero no puedo asumir la culpa por Shein”, afirmó.

El marketing de contenidos recibió una advertencia

El New York Times analizó lo ocurrido e indicó que “el viaje se ha convertido en una advertencia para los especialistas en marketing, ya que los esfuerzos de Shein para mejorar su reputación mediante el uso de personas influyentes lograron alienar a los consumidores y llamar aún más la atención sobre las denuncias de prácticas comerciales desagradables”.

Mae Karwowski, fundadora de la agencia de marketing Obviusly dijo que esto derivó en la incredulidad de los usuarios porque “claramente se presentó como una especie de propaganda”.

Mientras tanto, Krishna Subramanian, fundador de la firma de marketing de influencers Captiv8, señaló que “Shein esencialmente lanzó esta campaña donde está bastante claro que hay un deseo de cambiar la narrativa sobre las condiciones de trabajo en estas fábricas”, porque “es más efectivo y creíble cuando se hace desde el punto de vista de un influencer que por la propia marca”.

“Es un ejemplo muy claro de no usar creadores que hablen sobre cosas específicas como el estilo de vida, la moda, la positividad corporal y luego intentar que impulsen una agenda completamente diferente. Eso no va a funcionar”, opinó Karwowski.