Este viernes se intensificaron los enfrentamientos en el este de Ucrania, donde los separatistas ordenaron evacuar a los civiles hacia Rusia.

El presidente Vladimir Putin ya admitía una “agravación de la situación” en Donbás, región donde el ejército ucraniano se enfrenta desde hace ocho años a las fuerzas separatistas apoyadas por Moscú.

Según un informe de la agencia AFP, el retumbar de las bombas se percibía en Stanytsia Luganska, una localidad ucraniana bajo control de las fuerzas gubernamentales cerca de la línea del frente.

Por tanto, dirigentes de las autoproclamadas repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk (ambas en el Donbás) ordenaron la evacuación de la región.

Al respecto, Denis Pushilin, el líder de Donetsk, informó “una salida masiva y centralizada de la población” hacia Rusia. Leonid Passetshnik, al frente de Lugansk, pidió que la población abandonara el territorio “para evitar víctimas civiles”.

Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que sigue viendo “más tropas [rusas] desplazándose” hacia la frontera ucraniana.

A “una desescalada, al regreso a sus bases de las fuerzas rusas que rodean Ucrania y a una solución diplomática”, instó el Pentágono.

El ministerio ruso de Defensa sostuvo los ejercicios están destinados a “probar el nivel de preparación” de las fuerzas involucradas. Así lo refirió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, garantizó que se trata de “un entrenamiento regular” que ha sido “notificado a diversos países por varias vías”.

Finalmente, Meganoticias extrae que el presidente estadounidense, Joe Biden, y varios dirigentes occidentales mantendrán una reunión por videoconferencia este viernes para hablar de la crisis.