La prioridad de Universidad de Chile en el mercado de fichajes sigue siendo el fichaje de un goleador que pueda aportar en la temporada 2025. Y el nombre que sigue destacando como el principal objetivo es el de Octavio Rivero, delantero uruguayo que actualmente milita en Barcelona de Ecuador.

Aunque Rivero había iniciado su pretemporada en rebeldía, negándose a participar en los primeros trabajos, finalmente se reincorporó al equipo en la ciudad de Manta. Esta actitud hizo que la U pareciera alejarse de su objetivo, pero, a pesar de esto, el club chileno sigue trabajando discretamente para convencer tanto al jugador como a su actual club.

Gustavo Álvarez repite la fórmula con Rivero

Una de las estrategias más destacadas por parte de Universidad de Chile ha sido la intervención directa de Gustavo Álvarez. El técnico azul, que ya utilizó este enfoque con el refuerzo Javier Altamirano, ha vuelto a aplicar la misma táctica con Octavio Rivero. Según Cooperativa Deportes, Álvarez se contactó directamente con el delantero uruguayo para explicarle el proyecto deportivo de la U para la temporada 2025 y tratar de convencerlo de unirse al club.

“Gustavo Álvarez, no solo habló con Altamirano, también hizo una exposición para Rivero, invitándolo a unirse al proyecto”, informaron desde Cooperativa Deportes. Esta estrategia ya había sido mencionada por el propio técnico de los azules, quien destacó que, además de hablar del salario, lo más importante es que los jugadores conozcan el proyecto futbolístico.

El enfoque de Gustavo Álvarez con los refuerzos

El entrenador de Universidad de Chile se ha tomado muy en serio la tarea de atraer a nuevos refuerzos, asegurándose de que comprendan tanto el estilo de juego como la competencia interna dentro del equipo. “Trabajamos para cerrar refuerzos, la semana pasada mencioné que yo mismo hablé con los jugadores para contarles sobre el proyecto deportivo, cuál es la forma de juego y cómo lo pienso”, explicó Álvarez.

El técnico añadió que es fundamental que los jugadores entiendan más allá del aspecto económico. “Un jugador no puede llegar a un club sabiendo solo cuánto va a ganar. También debe saber lo que espera de él un entrenador. Yo me encargo de que los jugadores vengan sabiendo lo deportivo, que sepan el rol que tendrán en el equipo y que habrá competencia”, concluyó el entrenador.

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