Claudio Bravo atraviesa un momento crucial en su destacada carrera. Tras finalizar su contrato con el Real Betis, el arquero, a sus 41 años, se debate entre continuar jugando o retirarse definitivamente del fútbol.

Una de las opciones que baraja Bravo en caso de colgar los guantes es convertirse en entrenador. Después de haber compartido con algunos de los mejores técnicos del mundo, ha adquirido el conocimiento necesario para dar este paso. Una de sus convicciones es que, después de los 20 años, ya no se puede considerar a un jugador como una joven promesa.

En el fútbol chileno, las jóvenes figuras han tenido que esperar demasiado para sumar minutos en el campo. Darío Osorio es un claro ejemplo de que, con oportunidades, se puede destacar a una edad temprana. Para Bravo, es fundamental ofrecer más chances a los jóvenes y dejar de etiquetar a jugadores ya maduros como parte del futuro.

Claudio Bravo critica la falta de apoyo a los jóvenes en Chile

En una conversación con INAF, Claudio Bravo reflexionó sobre su carrera, la cual comenzó temprano, debutando en un partido de Copa Libertadores a los 19 años.

El capitán de la Roja subrayó la importancia de la disciplina para alcanzar el éxito. “Lo comprendí desde pequeño, sabía que con disciplina podría obtener una ventaja significativa sobre los demás. Con el tiempo, continué cultivándola, lo que me ayudó a lograr metas en una posición difícil, donde se convive con el error y los días malos. Si eres detallista en tu trabajo, minimizas esos errores”.

Bravo también destacó el papel fundamental de la fortaleza mental en el fútbol. “La cabeza es crucial porque en el fútbol ves mucho talento y habilidades técnicas extraordinarias. Ahí es donde te das cuenta de por qué algunos llegan a la cima y otros no logran cruzar ese umbral de éxito. No se trata solo del talento o la condición física, sino de cómo manejas la presión, cómo te exiges, cómo mantienes la constancia a lo largo del tiempo y cómo te recuperas ante la adversidad”.

Bravo fue más allá al abordar el rol de los entrenadores con los jóvenes, sorprendentemente quitándoles responsabilidad. “En los grandes clubes, el jugador desde pequeño se gestiona por sí solo, no es necesario que el técnico esté encima de él”.

Agregó que los jóvenes que compiten en niveles altos desde los 18 o 20 años ya saben desenvolverse y han ganado terreno respecto a otros que aún no aparecen. Además, hizo un llamado a dejar de catalogar como promesas a jugadores que ya deberían tener una carrera consolidada a esa edad. “En Europa, jugadores como Bellingham, con 20 años, ya parecen veteranos por cómo juegan y compiten. Son ejemplos a seguir”.

Bravo también aprovechó para explicar por qué los entrenadores nacionales no reciben suficientes oportunidades. “No tienen muchas chances y, cuando las tienen, están limitadas por los resultados. Es difícil que se desarrollen si se les corta la oportunidad al primer tropiezo”.

Bravo concluyó destacando la necesidad de mejorar la gestión del talento en Chile, tanto en jugadores jóvenes como en entrenadores, para evitar la tendencia de buscar soluciones fuera del país.

Próximos partidos de Chile

Mientras Bravo sigue buscando club, Chile se prepara para las Eliminatorias Sudamericanas. La Roja enfrentará a Argentina el 5 de septiembre en Buenos Aires, con el objetivo de mejorar su posición en la tabla de cara al Mundial de 2026.