Jaime García, quien se destacó como el técnico “sensación” del fútbol chileno al liderar una exitosa campaña con Ñublense, se encuentra actualmente sin club y atraviesa un período de desilusión.

A pesar de que su nombre surgió como opción para varios clubes durante el mercado de transferencias, García ha decidido tomar un respiro del fútbol para centrarse en aspectos más personales de su vida.

En una sincera conversación con La Tercera, García reveló: “No quiero hablar con nadie. Estoy con pena. Me siento mal y desilusionado. Estoy dedicado a mi madre y nada más”. El entrenador destacó que su enfoque actual es encontrar paz y tranquilidad en medio de las circunstancias difíciles.

Al ser consultado sobre si las declaraciones de Hernán Caputto pudieron afectar sus oportunidades de encontrar un nuevo club, García optó por evitar la polémica y señaló: “Las estadísticas hablan. De lo que hablan los demás no me puedo hacer cargo”.

Reconoció que su frontalidad y sinceridad le han pasado factura, pero afirmó con firmeza: “Mi forma de ser no va a cambiar por plata y por nada. Desde cadetes he actuado con altura de miras. No me voy a callar nunca. Lo mío es intransable. Los valores de mi familia los voy a respetar siempre”.

La pausa futbolística de García refleja su decisión de cuidar su bienestar emocional y personal. Aunque enfrenta un momento desafiante, su autenticidad y compromiso con sus valores familiares continúan siendo pilares inquebrantables en su vida.