La Universidad de Chile afronta un desafío trascendental en este 2024, con la firme intención de romper con la racha de malos resultados que ha afectado al equipo en los últimos años.

Con la reciente contratación del entrenador Gustavo Álvarez, quien viene de conquistar el título, los azules apuntan alto y buscan pelear por la corona en la próxima temporada.

Mientras la gerencia deportiva, liderada por Manuel Mayo, se concentra en la contratación de refuerzos para fortalecer la plantilla, una sombra de preocupación se cierne sobre el horizonte azul. Las renovaciones de jugadores clave, en particular de Lucas Assadi y Marcelo Morales, se perfilan como una tarea urgente para evitar posibles pérdidas significativas.

Ambos jugadores, considerados pilares con gran proyección en el equipo, finalizan contrato en diciembre de 2024. Esta situación implica que, a partir de julio, podrían negociar su pase como agentes libres, abriendo la puerta a ofertas tentadoras de clubes extranjeros.

La dirigencia universitaria se ve enfrentada a la necesidad de cerrar las renovaciones en el primer semestre del año, siendo determinante la oferta económica que puedan asegurar a los jugadores.

La relevancia de este movimiento radica en el valor de mercado de Assadi y Morales, cifrado en 4 millones de euros según Transfermarkt para el primero.

La posibilidad de perder a estos talentosos futbolistas sin recibir compensación económica representaría un golpe financiero para la U, que busca evitar a toda costa que emisarios extranjeros se acerquen para tentar a sus promesas.

En lo futbolístico, Assadi (19 años) y Morales (20 años) encaran un año crucial para sus carreras. Preparándose para el Preolímpico sub-23 con La Roja en Venezuela, ambos jugadores buscarán consolidarse en la U tras experiencias diversas. Mientras Assadi tuvo un estreno destacado en 2022 seguido de un 2023 irregular, Morales se afirmó como una figura clave en la banda izquierda hacia el final del año pasado.

La Universidad de Chile tiene por delante la tarea de asegurar las renovaciones de Assadi y Morales, priorizando el proyecto deportivo y evitando posibles desgastes económicos y deportivos en un escenario donde los clubes rivales podrían intentar llevarse a estas jóvenes promesas sin costo alguno.