Hace exactamente una semana, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, afirmó en una conferencia de prensa que Chile estaba excluido de ser sede de partidos del Mundial 2030, que finalmente serán organizados por Argentina, Uruguay y Paraguay, según decisión final de la FIFA.

Sin embargo, en un giro “inesperado”, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ofreció su versión de los acontecimientos al presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile, Pablo Milad, durante una reunión oficial celebrada hoy en Suiza.

Según informes del diario La Tercera, el máximo dirigente de la ANFP le comunicó al suizo que: “el anuncio de las sedes del Mundial de 2030, le generó molestia y sorpresa“.

“Infantino escuchó sus razones, pero fue enfático en precisarle que la propuesta que recibió de parte de la Conmebol no incluía al país como parte de la candidatura”, afirmaron, señalando como culpable de la medida a Domínguez.

El periódico proporcionó información detallada sobre el encuentro entre la delegación chilena y Infantino, revelando que tuvieron una reunión que duró aproximadamente dos horas y luego cerraron la jornada con un almuerzo ejecutivo en las instalaciones de la entidad en Zurich.

En la reunión, a la que también asistió el secretario general de la ANFP, Jorge Yunge, se informa que, tras la solicitud de compensación por parte de Milad, el presidente de la FIFA “planteó nuevas promesas, vinculadas al fútbol formativo”, sin mencionar nada más.

El medio también informa que los miembros de la delegación chilena se mostraron sorprendidos por su conocimiento de la actualidad nacional e incluso: “Infantino se dio por enterado del conflicto que ha generado en todos los niveles la presencia de las casas de apuestas en la actividad”.

A pesar de las celebraciones en Conmebol, la mayor parte de la Copa del Mundo se llevará a cabo en España, Portugal y Marruecos, reservando solo tres partidos “inaugurales” para Argentina, Uruguay y Paraguay, una semana antes del evento.