La exclusión de Chile de la organización del Mundial 2030 ha generado una gran molestia en el país, considerando los recursos y esfuerzos invertidos en la candidatura. Ante esta situación, la Conmebol y la FIFA han buscado formas de compensar a Chile y aplacar esta molestia.

Una de las propuestas que ha surgido es que Chile sea la sede de los entrenamientos de las selecciones que participarán en el Mundial 2030 y que jugarán contra Argentina, Uruguay y Paraguay en la inauguración del torneo. Esto se presenta como una especie de “premio de consuelo” para Chile, y estaría sujeto a la aceptación de la ANFP, el ente rector del fútbol chileno.

Esta propuesta busca mitigar la decepción que ha generado la exclusión de Chile de la organización del Mundial y mantener al país involucrado en el evento de alguna manera. Sin embargo, aún queda por definir si Chile aceptará esta oferta y cómo se concretaría en la práctica.

La situación refleja la importancia que tiene el fútbol en la cultura y el orgullo nacional, y cómo la organización de un evento de esta magnitud puede generar expectativas y emociones en todo un país.