El Club Universidad de Chile se alista para un enfrentamiento esencial en el Campeonato Nacional contra Deportes Copiapó. Simultáneamente, los aficionados se entusiasman con la posibilidad de materializar el “anhelado sueño del estadio propio” tras palabras de la alcaldesa de Cerrillos, quien confirmó que la comuna podría hospedar dicho estadio.

Durante años, el jugar en casa ha sido un desafío para los universitarios. Las reformas del Estadio Nacional les han forzado a desplazarse a ciudades como Santiago, Valparaíso, Rancagua, La Serena, Concepción y Talca para ser locales en los pasados tres años.

Actualmente, los azules han encontrado estabilidad jugando en el estadio Santa Laura. No obstante, el deseo de los seguidores sigue siendo volver al Estadio Nacional, recinto que ha sido su casa históricamente.

Fuentes de Soy Azul indican que el regreso a Ñuñoa es inminente, proyectándose para febrero de 2024, inicio del campeonato del siguiente año. Aunque se esperaba su retorno este año, varios contratiempos pospusieron el reencuentro con el emblemático estadio de Avenida Grecia.

Desafíos del Estadio Nacional para el fútbol

Una de las razones es la adecuación necesaria de la cancha tras su uso en los Juegos Panamericanos, especialmente para pruebas atléticas como el lanzamiento de bala, lo que demandará cambios en el césped.

Debido a esto, la U no podrá jugar en casa contra Ñublense en la jornada final, siendo este el único encuentro en casa después del cierre de Santiago 2023.

Dado este contexto, en Universidad de Chile están al tanto de los pasos a seguir, con nuevas medidas de seguridad y suficiente tiempo para contribuir al acondicionamiento del terreno, esperando que los azules regresen al estadio que ha sido su hogar por generaciones.