Nicolás Jarry (54°) se consagra en Ginebra, marcando otro hito en la mejor temporada de su carrera. El talentoso tenista chileno renace en suelo suizo, asegurando su tercer título profesional y el segundo en lo que va del año. Su destacado desempeño lo impulsa hasta el puesto 35° en el ranking mundial, su posición más alta alcanzada hasta ahora en el circuito. En un emocionante partido, Jarry logra una victoria contundente por 7-6(1) y 6-1 ante Grigor Dimitrov.

Esta destacada actuación en el torneo no pasa desapercibida en el mundo del tenis, acaparando todas las portadas. Jarry deja una estela de derrotas a su paso, superando en sucesión a Casper Ruud (4°), Alexander Zverev (27°) y Grigor Dimitrov (33°), tres jugadores que han dejado huella en los últimos 13 años en el panorama tenístico. Estos talentosos competidores, todos ellos ubicados entre los cinco mejores del mundo en algún momento, cuentan con un impresionante palmarés que incluye dos campeonatos de las ATP Finals y un total de 37 títulos ATP.

La edición de Ginebra de este torneo quedará marcada en la historia. Nicolás Jarry logró una victoria impresionante al derrotar a los favoritos y coronarse campeón en Europa después de cuatro años sin tener la oportunidad de levantar un título. Curiosamente, esta no fue la primera vez que Jarry llegó a la final en Suiza, ya que en 2019 también llegó a esa instancia, pero fue vencido por Alexander Zverev en tres sets.

Sin embargo, esta vez todo fue diferente. Jarry se adueñó del escenario, mostrando autoridad, un juego impecable y una personalidad arrolladora. A pesar de los intentos de Grigor Dimitrov por defenderse con su servicio, no pudo resistir la constante presión impuesta por Jarry. El chileno mantuvo su estrategia y jugó de manera agresiva, adentrándose en la cancha y atacando las líneas en todo momento.

¡IMPRESIONANTE! El potente punto con que Nicolás Jarry derrotó a Alexander Zverev

La recompensa para Jarry fue el confeti y el trofeo, que se convirtieron en su merecido premio. Con esta victoria, demostró su valía como jugador y su capacidad para enfrentar a los mejores. Ginebra recordará este torneo como el momento en el que Jarry superó las expectativas y volvió a saborear la gloria en Europa.

El tenista de Santiago logró contener las situaciones complicadas en el primer set, perdiendo su saque solo una vez en el octavo juego. A pesar de esto, logró mantener una ventaja gracias a un castigo en el tercer juego y llevó el set al tiebreak, donde brilló una vez más.

Durante esta semana, el jugador tuvo que enfrentar tiebreaks en los cuartos de final, semifinales y final, ganando todos ellos con una amplia ventaja. El oponente que más le complicó fue Alexander Zverev, quien solo pudo ganarle tres puntos en los cuartos de final. Ruud le quitó dos puntos y Dimitrov apenas uno.

Esta diferencia abismal entre ambos jugadores repercutió en el segundo set. El jugador búlgaro, quien solía ser el número tres del mundo, no pudo regresar a la cancha con la misma agudeza y sintió la presión de su falta de títulos desde 2017, con su última aparición en una final hace cinco años. Con estos temores presentes, cedió terreno y permitió dos quiebres consecutivos al tenista chileno, quien es considerado la mejor raqueta del país.

Con el marcador 5-1 a su favor y su servicio, Jarry no dudó en cerrar el set y festejó su segundo título del año, el tercero en su carrera en el circuito. Esta victoria representa otro hito en su renacimiento como jugador. Ahora llegará a Roland Garros como campeón y ocupando el puesto 35 en el ranking mundial, en el mejor momento de su carrera.