Después del impacto del fenómeno de El Niño, que provocó récords de precipitaciones, se anticipa la llegada de La Niña. El Servicio Meteorológico Nacional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (Noaa) confirmó en su último informe la inminente aparición de La Niña.

El reporte, emitido el viernes, indica que en julio nos mantendremos en una fase neutral entre ambos fenómenos, pero destaca una probabilidad del 70% de que La Niña se presente entre agosto y septiembre, prolongándose hasta el verano de 2024-2025 en Chile. Esta probabilidad se eleva al 79% para el periodo de noviembre a enero.

“El equipo de pronóstico anticipa que la transición ocurrirá antes (agosto-octubre). Esto se apoya, en parte, en la continuación de las temperaturas subsuperficiales del océano por debajo del promedio y los pronósticos a corto plazo que sugieren un resurgimiento de las anomalías de los vientos del este en julio”, afirma el informe de la Noaa.

Impacto de La Niña en el Pacífico y Chile

En el Pacífico, La Niña causa temperaturas más frías en la parte centro-oriental de la cuenca, vientos más fuertes y lluvias intensas sobre Indonesia y el continente marítimo. En Chile, generalmente se asocia a menos precipitaciones, inviernos más fríos y veranos menos calurosos.

El informe anterior de la Noaa, publicado en junio, indicaba una probabilidad del 65% de la llegada de La Niña en septiembre. Esta cifra ha aumentado al 70% y se adelanta para agosto.

Efectos Climáticos de La Niña

La Niña provoca un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial, junto con cambios en la circulación atmosférica tropical. La Noaa advierte que hay una posibilidad de 1 en 5 de que La Niña no se presente y las condiciones neutras persistan durante el invierno, lo que podría alterar los patrones climáticos esperados.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala: “La Niña tiene básicamente dos efectos en la zona central de Chile. Por un lado, modera las temperaturas; los años marcados por La Niña no son extremadamente cálidos. Por otro lado, modera las precipitaciones; los años marcados por La Niña son en general secos”.

La Niña y el Cambio Climático

Los efectos de La Niña varían según su intensidad, duración, época del año y su interacción con otros factores climáticos. En el contexto del cambio climático, fenómenos como El Niño y La Niña ocurren en un escenario de temperaturas globales en aumento, exacerbando eventos meteorológicos extremos y alterando patrones de temperatura y precipitaciones.

A pesar de que los últimos nueve años han sido los más cálidos registrados, desde 2020 hasta principios de 2023 se vivió un episodio plurianual de La Niña que tuvo un efecto de enfriamiento. El Niño alcanzó su punto máximo en diciembre de 2023, siendo uno de los cinco episodios más intensos registrados. Las predicciones actuales sugieren una transición a La Niña, aunque persiste la incertidumbre sobre su intensidad y duración.