Revelan cómo Ámbar supo que su padrastro era el ‘Asesino del tambor’

Descubre la escalofriante historia de Ámbar Cornejo y los oscuros secretos de sus asesinos en “La niña Ámbar”.

Ambar

Ya está disponible en librerías “La niña Ámbar: Crónica del horror de un psicópata y las fallas del Estado”. Es una investigación de Ivonne Toro.

El libro narra la escalofriante vida de Ámbar Cornejo. Relata su trágico asesinato a manos de Hugo Bustamante y su madre Denise Llanos.

La obra recorre la historia de los tres involucrados en el caso que conmocionó a Chile en 2020. Se reportó la desaparición de la menor y días después se descubrió su cuerpo en una casa de Villa Alemana.

En la vivienda donde se encontraron los restos de Ámbar vivían Bustamante, Llanos y el hijo de esta última. Él era hermanastro menor de Ámbar e hijo de Juan Carlos Pérez, quien había abusado sexualmente de la joven.

En el terreno de esa misma casa, en junio de este año, se hallaron restos óseos que corresponderían a una madre y su hijo, asesinados por Hugo en 1996. Según él confesó a Toro durante una entrevista para su libro.

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¿Cómo se conocieron Hugo Bustamante y Denise Llanos?

Uno de los capítulos de la investigación se centra en cómo Hugo y Denise se conocieron en 2019, cuando él trabajaba como guardia de seguridad. Hugo renunció para evitar ser reconocido en público y que sus antecedentes penales se viralizaran en redes sociales.

Pese a estar en libertad condicional desde 2016, sus antecedentes lo calificaban como un peligro para la sociedad: además de cometer robos, en 2005 asesinó a Verónica Vásquez y su hijo Eugenio Honorato, cuyos cuerpos enterró en un tambor en una casa que arrendó en Villa Alemana. Este crimen le valió el apodo de “El Asesino del Tambor”.

Después de dejar su trabajo de guardia, Hugo comenzó a vender desayunos en la Feria El Belloto en Quilpué, ayudando en el negocio de una de sus hermanas. Allí, Hugo conoció a Denise Llanos, que se unió al negocio tras la salida de una empleada anterior: “Era una cabra bonita que no se movía ni pa’ los temblores, no salía a vender porque le daba vergüenza”, le contó a Ivonne.

Denise, con experiencia previa vendiendo calzones rotos y berlines, se unió a Hugo y juntos iniciaron una relación que pronto se convirtió en una sociedad comercial.

El día que Ámbar conoció a uno de sus asesinos

Bustamante fue la tercera pareja “oficial” que Ámbar conoció de su madre. Hugo relató a Ivonne que “enganché con Ámbar un día tirándole el tarot. Ella me dijo ‘¿quién te contó cosas mías?’. ‘Nadie, esto sale en las cartas’. Y no se las quiso seguir viendo, tuvo miedo. Estábamos súper bien, no teníamos ninguna, pero ninguna contra”.

Denise recordó que Ámbar “al principio le tenía buena, después le agarró bronca cuando empecé a ir con Hugo al departamento de Limache. Era atrevida con él, no le daba las gracias y a él le gustaba que le diera las gracias”.

Una amiga de Ámbar comentó que la joven “le tenía miedo. Decía que él la miraba raro, la miraba mucho. Una vez la había intentado tocar, con la excusa de que él sabía brujería y algo de ‘protección con los tres puntos'”.

El libro describe un incidente durante un almuerzo familiar, cuando Hugo se molestó por la forma en que Ámbar pidió una bebida a Denise sin decir “por favor”, considerándolo irrespetuoso hacia su madre.

¿Cómo supo Ámbar que Hugo Bustamante era el “Asesino del Tambor”?

Denise conocía el pasado criminal de Hugo, pero no así sus hijos: “Él me contó. Yo ya estaba enamorada, siempre pensando que se le iba a quitar eso que había hecho. Entonces, le di una oportunidad”, confesó a la investigadora.

Ámbar descubrió la verdad a través de Mariana García Marín, hija de Manuel Queirolo García, con quien vivió sus últimos días: “Oye, ¿con quién está tu mamá ahora?”, le preguntó Mariana, y al saber que era Hugo, le mostró una entrevista donde el periodista Carlos Pinto entrevistaba a Bustamante tras los asesinatos de Vásquez y Honorato: “Es él, ¿cierto?”, le preguntó, recibiendo una respuesta afirmativa.

El hermano menor de Ámbar relató a Fiscalía cómo la joven confrontó a su madre: “Abre la puerta bruscamente del departamento y dice ‘mamá, ¿por qué no me dijiste que era un asesino? Me mentiste, yo quiero que se vaya’. Él tomó sus cosas y se sentó en la cama, mi mamá lloraba a sus pies”.

Denise recordó ese momento sin mostrar compasión por su hija: “Ámbar lo echa del departamento y él se fue así todo cabizbajo. Me dio pena porque se iba. Ámbar quería estar conmigo, pero no quería que estuviera con Hugo. Y yo quería estar con el Hugo”.

A pesar de esto, ambos adultos continuaron su relación. Denise dividía su tiempo entre Ámbar y Bustamante, hasta que ocurrió lo que él denominó como un “roce fuerte”: “Una vez se pegaron. Ámbar le levantó la mano a su mamá y la segunda vez Denise no le aguantó y le pegó una cachetada afuera de mi casa”.

El vínculo entre madre e hija siempre fue frágil y se rompió definitivamente cuando Denise se mudó con Hugo, dejando a Ámbar sola en el departamento de Limache con $10.000 para sobrevivir.

Ámbar pasó sus últimos días en casa de Mariana García Marín, quien fue la primera en denunciar su desaparición al alertar al grupo de WhatsApp de los vecinos. Bustamante y Llanos comenzaron entonces a planificar el brutal asesinato de la joven.