Este viernes marca dos meses exactos desde la desaparición de María Ercira Contreras, una adulta mayor de 85 años, en el restaurante Fundo Las Tórtolas en Limache, Región de Valparaíso.

María Ercira había asistido a un almuerzo familiar el 12 de mayo para celebrar el Día de la Madre. Al dirigirse al baño, ubicado en el patio del restaurante, no regresó a la mesa donde la esperaban sus familiares. Desde entonces, la Fiscalía ha realizado búsquedas sin éxito.

El equipo de ‘Mucho Gusto’ contactó este viernes a Carmen, la mejor amiga de María Ercira, quien compartió su opinión sobre la misteriosa desaparición y expuso su teoría.

¿Qué ocurrió después de que María Ercira salió del baño?

Carmen cree que María Ercira se desorientó al salir del baño y no encontró el camino de regreso al comedor. Según su hipótesis, Ercira “decidió ir al estacionamiento para rehacer el camino que hicieron cuando llegaron al restaurante”.

Carmen descarta la posibilidad de que Ercira se haya aventurado a otro lugar. “En ningún caso creo que ella haya subido al cerro, porque era muy cuidadosa y no se arriesgaría a ir a un lugar peligroso”.

Hipótesis de la intervención de terceros

Carmen sugiere que María Ercira pudo haber llegado al estacionamiento, ya sea porque se perdió o porque alguien la llamó. “Estoy segura de que se la llevaron en un auto”, afirmó Carmen. Podría ser que alguien la haya accidentado y, asustado, la pusieron en un auto para ayudarla.

Carmen también considera que alguien pudo haber retrocedido o avanzado en auto y atropellarla accidentalmente. “Todas las suposiciones son posibles y hay que investigarlas porque no puede una persona desaparecer”.

Finalmente, Carmen planteó: “Estoy segura de que hay intervención de terceros, estoy segura de que salió desaparecida en un auto, escondida, por supuesto. La pusieron en el asiento de atrás o en el piso”.

Descartan que haya escapado

Otra hipótesis sugiere que María Ercira se escapó por su cuenta, algo que Carmen descarta enfáticamente debido al buen trato y cariño que tenía con su familia. “Ella estaba perfecta, siempre muy feliz con la familia con la que vivía y con su vida. Además, era autovalente, no necesitaba ir al baño acompañada, ni que la ayudaran a caminar. Todo lo hacía absolutamente sola y con pleno conocimiento de dónde estaba”, explicó Carmen.