En agosto de 2020, Carlos Pinto se pronunció sobre el peculiar perfil de Hugo Bustamante, quien resurgió en los titulares de la crónica roja tras cometer el asesinato de la adolescente Ámbar Cornejo.

Bustamante, conocido como el peligroso “asesino del tambor”, confesó la semana pasada su participación en un doble homicidio ocurrido a mediados de los años noventa.

Durante un episodio de Contigo en la Mañana, Pinto recordó el día en que entrevistó a Bustamante para el programa Mea Culpa. El periodista comentó que “como sucede en muchos de estos casos donde el personaje tiene características psicópatas, son muy atrevidos, muy temerarios y les gusta estar en la cornisa, de modo que no fue muy difícil que él accediera a esta entrevista”.

Pinto añadió: “Yo creo que él necesitaba contar esto, pero no desde el punto de vista de un desahogo personal, sino de adquirir algún prestigio entre sus pares, para tener más comodidades y desplazamientos dentro del recinto penal”.

Carlos Pinto impactado por la fluidez y educación de Bustamante

El comunicador también admitió su asombro durante la entrevista: “yo me impacté muchísimo cuando estuve con él en la entrevista, porque me encontré con un tipo que tiene un decir bastante fluido, pareciera que tiene algún grado de educación, en consecuencia que su educación es básica, elemental”.

Además, Pinto señaló que “al parecer tiene una cantidad de viajes por Latinoamérica que le permiten, probablemente, un hablar distinto y mucho más entendible. Eso me impresionó a mí en esa ocasión”.

Finalmente, Pinto reveló: “cuando él comete el delito, explica como se da esta relación, pero cuando el delito se consuma, él dice que tiene un vacío, dice haberse enceguecido, no tiene recuerdos de eso y, claramente, está negando la parte más importante, porque eso significa un reconocimiento cabal y una culpabilidad casi intencionada del delito que el cometió”.

Esta reflexión de Carlos Pinto ofrece una visión profunda y escalofriante del perfil de Hugo Bustamante, un criminal que continúa desconcertando a la sociedad con sus confesiones.