Impacto total en Juego de Ilusiones: Así será la venganza de Mariana hacia Victoria en El Faro
Valentina altera la vida de Julián y Victoria, quien intenta matarla y termina en prisión, enfrentando su deterioro mental y traiciones.
Desde el momento en que Valentina (Camila Hirane) entró en la existencia de Julián Mardones (Julio Milostich), Victoria (Alejandra Fosalba) empezó a ver cómo perdía el control total sobre todo. Las dudas de que su querido estaba enamorando a la joven se confirmaron, causando un caos completo.
Bajo esta premisa, los entusiastas de “Juego de Ilusiones” atestiguaron cómo la progenitora de Rubén (Etienne Bobenrieth) trató de matar a la nueva amante de su pareja en dos ocasiones, quien prontamente la rechazó.
Debido a esto, Victoria terminó en detención preventiva en El Faro, prisión donde está encarcelada Mariana (Carolina Arregui), quien fue su amiga íntima hasta descubrir su relación clandestina con su esposo desde hace años.
A pesar de ello, la “Princesa” -así nombrada por Graciela (Silvanna Gajardo)- quedó atónita al encontrarse con ella, pensando que había perpetrado algún delito o error contra su clan, pero se tranquilizó al notar que la condición de Victoria es bastante frágil.
Victoria en aprietos
La situación mental de Victoria está tan deteriorada por el golpe de ser abandonada por Julián, que parece vivir en un universo alternativo, creyendo que Valentina hechizó a su amado y continúa enfrentándose con los Mardones, al punto de referirse a las demás prisioneras como Javiera (Fernanda Finsterbusch), Sofía (Magdalena Müller) y Camila (Mónica Echeverría).
Así, en el capítulo de este miércoles -ya en Mega Go- Faúndez (Paula Ureta) contactará a Martín (Carlos Díaz) por el estado alterado de su exesposa. Luego, una gendarme la separará para llevarla a la enfermería.
Desorientada, Victoria desconocerá lo que ocurre, pero le explicarán que es para suministrarle un sedante. En la siguiente sala, Guzmán (Camilo Carmona) la esperará para atarla a la camilla “por su bienestar”.
“Estamos sin personal, así que una reclusa te va a venir a atender y a cuidar hasta que llegue el médico o la enfermera”, mencionará Faúndez, mientras su colega afirmará: “Pero no te preocupes que estudió enfermería y el director dio la orden”.
En ese momento, Mariana aparecerá en la puerta con una bata blanca y una jeringa. Con determinación, mirará a su exrival. “Hola, Victoria”, serán sus palabras antes de inyectar lo que, se supone, es un calmante. Es importante notar que las miradas intercambiadas entre los gendarmes y la enfermera suplente serán bastante intrigantes, dado que Mariana declaró no compadecerse de ella.