El intérprete de origen italiano, distinguido como uno de los principales exponentes del género clásico, se presentará en el recinto de la Quinta Vergara esta velada, el día 26 de febrero.

En la agenda de esta jornada del Festival de Viña del Mar 2024, se incluye a Andrea Bocelli, ilustre vocalista italiano famoso por temas como “Por ti volaré” y “Perfect Symphony”.

Esta noche, en el recinto, Andrea Bocelli, un ícono en el ámbito de la música clásica, ofrecerá su actuación junto a su vástago Matteo. En el mismo evento, harán su aparición Miranda! y Javiera Contador.

Un rasgo singular de Bocelli es su uso de lentes en ciertas actuaciones, atribuido a su invidencia, una afección que ha enfrentado desde hace tiempo.

El origen de su invidencia

Originario de Lajatico, una diminuta localidad italiana, Andrea Bocelli ha experimentado problemas visuales durante su existencia.

En el período de gestación por su progenitora, Edi Aringhieri, los doctores le pronosticaron que el infante podría experimentar complicaciones y le sugirieron evaluar la interrupción del embarazo.

Contrario a los consejos médicos, la dama decidió proseguir con la gestación y alumbró a Andrea Bocelli en 1958, quien vino al mundo afectado por el glaucoma congénito.

De acuerdo con el Instituto de Microcirugía Ocular de España (IMO), esta patología es inusual y causa un “deterioro gradual en el nervio óptico”: el nervio se desgasta perdiendo sus fibras y consecuentemente la capacidad visual se reduce, lo que puede desembocar en una ceguera completa.

Así, el artista lírico se vio obligado a adaptarse desde temprana edad a convivir con esta limitación. A pesar de su discapacidad visual, logró potenciar otros sentidos, como el auditivo.

Luego, a los 12 años, Andrea Bocelli perdió completamente la vista. Tal y como reportó el diario español El País, sus progenitores lo enviaron a un colegio residencial en Reggio Emilia para que dominara el sistema braille. Un golpe con un balón durante un encuentro de fútbol le causó finalmente la ceguera total.

No obstante, Andrea Bocelli no se rindió y mientras cursaba estudios en la Universidad de Pisa, donde se formaba para ser letrado, también tomaba clases de canto con Franco Corelli. Esta resolución fortaleció su afición y lo catapultó a ser una de las figuras más sobresalientes a nivel global.